Las sociedades se sustentan en gran medida por las realizaciones de los hombres y mujeres que hacen aportes extraordinarios. Y es que las acciones humanas cuando son de un alto contenido patriótico deben ser exaltadas y mostradas a su más alto nivel, como ejemplo a imitar y como muestra de lo que es posible lograr a pesar de las dificultades.
Hoy, la sociedad panameña en su conjunto celebra su ingreso al Mundial de fútbol a celebrarse el próximo año en Rusia. Esto, logrado por el esfuerzo conjunto de unos panameños de la hora actual, que sin miramientos, pero con pundonor y voluntad, hicieron posible lo que definitivamente parecía imposible.
En ese empeño y en el momento crucial, el panameño Román Torres hizo lo pertinente para situar a nuestro país en el concierto de las mejores selecciones de ese deporte, y consecuentemente abrió un interesante momento para la historia deportiva y nacional de Panamá.
En la actualidad, elevado a héroe nacional, Román Torres es un ícono que recibe el reconocimiento de todo el país. No obstante, conviene indicar que en esa labor de patria realizada por él hay una pléyade comprometida de jugadores nacionales que también impulsaron con ahínco esa clasificación.
Desde luego, a lo que aludimos es que la individualidad exaltada debe ser acompañada con un igual exaltamiento al resto del equipo panameño. Y es que el todo es la suma de las partes, y como hay que dar honor a quien honor merece, es la selección nacional de fútbol de Panamá, hoy mundialista, la que debe ser declarada mediante un acto público: “Selección heroína de fútbol de Panamá”, y en consecuencia hacerlo a todos los jugadores. Esto, desde luego sin dejar de subrayar el toque importante del jugador que anotó el tanto que dio la victoria.
La historia de lo ocurrido habrá de ser escrita, y es justo que las generaciones venideras, como las actuales, conozcan y reconozcan en cada jugador ese carácter heroico.
La cultura de nuestros pueblos está en destacar a las personalidades fuertes, y eso por razón del caudillismo impuesto por España. La historia así lo ha demostrado.
En el Centro Regional Universitario de Colón, el día 4 de noviembre se rindió homenaje a los colonenses que integran la selección nacional de fútbol. Con esto quedó claramente expresado el reconocimiento al aporte que igualmente hicieron los colonenses al triunfo que hoy todos aplaudimos.
No queda duda alguna de que los hombres son grandes cuando son capaces de serlo. Precisamente eso fue lo que ocurrió con el accionar de esos patriotas que han puesto el nombre del país en lo alto en materia deportiva.
Queda demostrado también que desde el deporte se puede contribuir exitosamente con el país. Esto obliga a que los gobernantes apunten políticas claras y comprometidas con ello. De manera que el deporte en sus distintas modalidades debe ser parte de las prioridades de los gobiernos, dejando de ser visto como parte del insumo político de muchos, que presentándose como mecenas deportivos entran en su aprovechamiento con comportamientos que quedan en la demagogia.
Reconozcamos a Román Torres y a otros, como también a la “Selección heroica de fútbol de Panamá”.
El autor es docente universitario.