Una vez más el deporte nos pone en el mapa. “Estarás contento”, me dicen, y sí, me alegro de que por fin hablen de mi país por el fútbol y no por ser paraíso fiscal o titular de papeles bochornosamente turbios.
Los presidentes suelen viajar al Mundial para ver a sus selecciones cuando llegan a la final, pero resulta que el señor Varela ha sido invitado por la FIFA para estar en la inauguración y verá el primer partido de los canaleros (como si aquí no existiera más que un Canal o por eso mismo).
Para ello, ha solicitado 100 mil dólares que la Contraloría tramitó, según los medios, en el mismo día y en dos horas. Dicen las mismas fuentes que se verá con Putin.
¿Cuánto cuesta ir a la Feria del Libro de Panamá? Solo las ganas de ir, seguro que la entrada no se la cobran, pero no, la cultura no es su prioridad, no, lo que le quitaron al presupuesto del INAC se lo han servido rapidito para que haga su enésimo viaje.
Tanto criticar a los otros presidentes viajeros para terminar estableciendo un nuevo récord de despilfarro.
Entre gestores culturales “botella”, la planilla 080, y la gente comprando camisetas carísimas de la selección, vamos legitimando un estilo de vida civil y político corrupto. Mientras tengamos pan y circo, lo demás poco importa.
Y hasta consulados móviles habrá en Rusia para los privilegiados que viajen a ver los partidos.
Ojalá hubiese tanto revuelo por la cultura.
Entonces seríamos el gran país que nos creemos y no la cenicienta de un torneo que, aunque ganáramos, no cambiaría en nada nuestra penosa realidad.
El autor es escritor