La feliz iniciativa de promover debates entre los candidatos al solio presidencial pone a la institución universitaria en un lugar de interés, puesto que la institución en donde se producen conocimientos no podía estar distante de la realidad que ha de debatirse y que debe ser concluyente en mayo de 2019.
Asume en verdad, la Universidad de Panamá, el papel que ha estado llamada a jugar, es decir, de compromiso con el país. No hay mejor escenario para una institución en donde la ciencia es el supuesto radical de su existencia, para la discusión de planes y programas de los candidatos presidenciales.
Tal vez sin proponérselo, la presencia de los candidatos en la casa de Méndez Pereira era a la par un juramento, puesto que pisar el suelo universitario y desde allí hablarle al país era asumir una obligación que habría de ser cumplida.
De manera que consecuente con el fin de la institución más noble de la sociedad panameña y entendiendo que es necesario regionalizar el debate a nivel de los aspirantes a burgomaestre, se dan los impulsos en los centros regionales para que la sociedad regional reciba de los aspirantes sus propuestas electorales.
Y es que igual en las regiones, las unidades académicas tienen un importante rol. Entender la realidad y la dinámica municipal es tarea obligada. Hoy, acéptese o no, el desarrollo nacional está en íntima relación con el desarrollo municipal.
En la actualidad la descentralización es un factor de importancia que debe ser comprendido en toda su dimensión. La participación ciudadana en las decisiones que han de afectar la vida en los municipios es de vital importancia. Los proyectos de desarrollo económicos, de cultura, deporte y educación deben ser parte eficiente de las agendas de los aspirantes a alcaldes, así como el entendimiento del régimen municipal, constitucionalmente establecido y de las leyes que lo desarrollan, del régimen impositivo y su impacto en la municipalidad y por supuesto de la transparencia que debe estar presente en toda la gestión.
Los candidatos a alcaldes tienen una gran tarea y es la de construir un municipio exitoso. Por ello, sus propuestas, que deben ser realizables, deben estar más allá de toda duda. No hay espacio para la demora, la demagogia y menos para la ineficiencia.
Así la Universidad de Panamá coloca a la institución a nivel regional en un sitial preferencial, que le permite a los candidatos mostrar sus rostros y escuchar sus voces.
Así también a nivel local asumen compromisos con los electores, constituyéndose en un juramento que ha de ser cumplido.
Los alcaldes que resulten favorecidos por los votantes deben ser los que puedan mostrar y demostrar que su interés es la sociedad municipal, no el particular, que en la mayoría de las veces ha dado al traste con los municipios, que con dificultad han estado a las alturas de las exigencias.
No hay posibilidad de desarrollo nacional-reiteramos-sin desarrollo municipal. De allí que los debates de alcaldes que promueve la Universidad en los centros regionales son recibidos con satisfacción.
El autor es docente universitario
