Yihad, según la RAE, significa guerra santa musulmana. Para los árabes, el vocablo denota la obligación pacífica para que la doctrina de Alá (ley divina) reine en la Tierra. El yihadismo es un neologismo occidental utilizado para denominar a las ramas más radicales del islamismo que se valen de prácticas salvajes y discursos de odio para lograr sus fines político-religiosos. A raíz de la opinión consultiva de la Corte IDH sobre el matrimonio igualitario, los fundamentalistas cristianos despotricaron contra los deseos de grupos homosexuales en querer legalizar sus uniones civiles para que sean equivalentes en deberes y derechos a los de la familia tradicional. Cada persona tiene la libertad de expresar sus ideas, favorables o contrarias, pero incitar a turbas fanáticas desde una plataforma mediática para combatir una decisión meramente jurídica, constituye un acto de terrorismo civil, una apología a la violencia y a la discriminación. Los dueños de medios son los responsables de permitir que sus empleados usen micrófonos y espacios televisivos para imponer creencias personales, promover intolerancias religiosas y fomentar odios entre compatriotas. Los derechos humanos responden a directrices éticas que son universales, permanentes y equitativas, no a moralidades selectivas, temporales y mezquinas. Las nuevas generaciones son, afortunadamente, más comprensivas y solidarias con las aspiraciones de la colectividad LGBT.
¿En qué puede afectar al heterosexual que un homosexual quiera casarse con alguien de análoga orientación? El homosexual es un individuo con defectos y virtudes como cualquier otro, que trabaja, paga impuestos y cumple con idénticas obligaciones ciudadanas. Nadie quiere ser homosexual. Verse sometido a mofas e insultos en sociedades machistas y homofóbicas no debe ser para nada placentero. Las tasas de depresión y suicidio son más elevadas en los grupos LGBT. La génesis de la homosexualidad más aceptada por la colectividad científica se relaciona a factores genéticos y hormonales. No es un comportamiento aprendido, mucho menos una aberración conductual. Los típicos manierismos, timbres de voz y sentimientos afectivos se evidencian usualmente desde la infancia temprana. El fenómeno ocurre en aproximadamente 8%-10% de la población mundial (incidencia similar a la de nacer zurdo), en todas las etnias y culturas, en múltiples especies del reino animal y con mayor frecuencia cuando existen parientes con similar inclinación sexual. Los derechos humanos han sido consensuados por las naciones en convenios internacionales y deben respetarse, no someterlos a encuestas sesgadas de conveniencia particular.
A lo largo de la historia, el mundo civilizado ha ido eliminando discriminaciones diversas. En el pasado, las mujeres y los esclavos fueron considerados seres inferiores, con el habitual amparo de dogmas religiosos. Sus reivindicaciones sociales empezaron primero en Europa y décadas después en América.
El voto femenino, por ejemplo, fue ejercitado entre 1900 y 1930 en la mayoría de países europeos, mientras que en Panamá se dilató hasta 1945. Más temprano que tarde, los derechos humanos de la comunidad LGBT serán reconocidos globalmente. El retraso latinoamericano se debe al activismo de diversas corrientes cristianas, tradicionalmente patriarcales y homofóbicas, que ahora en contubernio con huestes católicas, a las que no tardarán en fagocitar, se están infiltrando en la política de nuestra región. La inventada ideología de género ha sido tomada como bandera para asustar a sus militantes e incendiar las campañas proselitistas. El Vaticano ha ido lentamente evolucionando, al interpretar metafóricamente algunas citas bíblicas de carácter pueril o grotesco, para intentar disimular las incoherencias, estigmatizaciones y barbaries de los hombres primitivos. Los líderes evangelistas, por el contrario, siguen apegados literalmente a los textos sagrados.
Cito algunos de los numerosos versículos sobre misoginia, esclavitud y homosexualidad que aparecen en el Nuevo Testamento (cortesía: doctores Fernando De León, Tony Earle).
Primera carta de Pablo a los corintios, 14;34-35: «Vuestras mujeres estarán calladas en las reuniones, porque no les está permitido hablar, sino que estarán sujetas a la Ley: Tu voluntad será sujeta a tu marido, a él obedecerás».
Primera carta a Timoteo, 2:11-12: «La mujer aprenderá en silencio, con toda sumisión. No le permito enseñar a la mujer, ni que domine al marido, sino que permanezca en silencio».
Efesios 5:22-24: «Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la Iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la Iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo».
Tito 2:9-10: «Los esclavos siempre deben obedecer a sus amos y hacer todo lo posible por agradarlos. No deben ser respondones ni robar, sino demostrar que son buenos y absolutamente dignos de confianza».
Efesios 6:5: «Esclavos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo».
En la primera epístola a los corintios, 6: 9-10, Pablo dice: «¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios».
Las mujeres modernas ya han superado esos arcaísmos machistas y los esclavos han ido rompiendo sus cadenas. La homosexualidad terminará también siendo aceptada como variante biológica normal y honrada con la igualdad. Es solo cuestión de tiempo.
El autor es médico