Las iniciativas ciudadanas requieren constancia, trabajo en equipo y la confianza de quienes se van sumando en el proceso. Tal es el caso de Ciencia en Panamá (CEP): tras empezar como movimiento en mayo de 2015, ha ido sumando tanto a científicas y científicos de todas las áreas del conocimiento como a personas que creen en el trabajo que realizamos.
Hoy, convertida en una fundación sin fines de lucro, CEP se propone una mayor participación en el escenario nacional, en toda temática que requiera de la asesoría y datos que el ecosistema de ciencia panameño ha ido generando. Así, CEP ya participa en juntas directivas de asociaciones de interés público (AIP), atiende consultas sobre proyectos de leyes o establecimiento de políticas públicas y aporta opiniones basadas en evidencia. Además, participa en procesos de diplomacia científica, colabora con las instituciones que realizan investigación y apoya el involucramiento del relevo generacional en el quehacer científico del país.
Los objetivos mayores que guían el trabajo de CEP incluyen la divulgación y popularización de la ciencia. Esto además va alineado con la reducción de la brecha de género, el incremento de la inversión en ciencia y el respeto a los derechos humanos en una sociedad que debe y necesita ser más inclusiva. Mediante esa labor, CEP contribuye a que cada vez más personas reconozcan a las ciencias como una forma de responder a los problemas que nuestra sociedad va enfrentando como resultado de las acciones de los seres humanos sobre el ambiente, de la gestión de los recursos por los gobernantes y de las respuestas a la ciudadanía.
Nuestras actividades insignias como el Día Internacional de la Niña y la Mujer en la Ciencia y la Marcha por la Ciencia han demostrado que la población reconoce la necesidad de la educación y la inversión en ciencias. La crisis sanitaria generada por la covid-19 demostró la importancia de contar con recurso humano preparado e insumos para desarrollar ciencia local. Eso fue el producto de un proyecto de generación de ese ecosistema científico, impulsado por Senacyt y apoyado por CEP en su lucha para que nuestros presupuestos en ciencias no sean recortados, sino incrementados. La sociedad va entendiendo esto. ¿A quién más hay que convencer?
La autora es catedrática de farmacología y presidenta de Ciencia en Panamá