La política ya se tomó la discusión del proyecto más importante de los últimos y próximos 30 años.
No hay que ser Einstein para saber que Martinelli está tras la propuesta de su partido RM de tasar las transacciones bancarias para supuestamente no aumentar la edad de jubilación. Es evidente no solo porque él mismo dijo que respaldaba a la bancada, sino porque en su gobierno ya presentó una propuesta así. Y es falso que Camacho, su vocero oficial, la presentó por iniciativa propia. La bancada de RM, en pleno, le sacó la tabla a Mulino y le dijo a su gobierno que no respalda su proyecto. Amén de que la conferencia la lideraron Camacho y la abogada de Martinelli, que ni siquiera están en la comisión que discute la ley del Seguro.
No es que están usando la ley de la almojábana para sus bribonadas. Han decidido saldar sus cuentas oscuras jugando con el proyecto que definirá el futuro del gobierno, los jubilados, los jóvenes y el país.
¿Y por qué Martinelli hace eso? Porque puede. Porque Mulino, que saca carácter pero con excepciones estratégicas, le permite violar abiertamente los convenios internacionales de asilo. Y cuando él no manda, manda Martinelli.
Ya el ministro estrella de Mulino, Felipe Chapman, lo enfrentó directamente, y aplausos por eso. Pero Mulino no hizo más que tuitear un comunicado del Banco Nacional y la Caja de Ahorros. Desde agosto, cuando se le cuestionó por la descarada violación de los convenios , dijo tajantemente (y sin ponerse campechano ni anecdótico como otras veces), que Cancillería lo estaba revisando. Han pasado 17 semanas y Martinelli sigue haciendo exactamente lo que quiere, con el agravante que ahora está metiéndose con el proyecto insignia del país.
¿Que la propuesta del Ejecutivo es mejorable? Sin duda. Pero no con ideas populistas descabelladas. Si este proyecto falla, se va al traste la economía y con ella la paz social.
Presidente, esto lo debilita y lo aísla tras solo seis meses de gobierno. Tome las riendas. Y de paso trate con respeto a los “chiquillos” de Vamos y de Moca, que son sus potenciales futuros aliados. No se puede ser rotweiler con unos y chihuahua con otros.
El PRD, por su lado, muestra su oportunismo de siempre: se opone sin presentar alternativas… porque eso ya no les toca. ¿Ah? Hasta hace seis meses estaban en el poder y no hicieron nada. Y no olvidemos que fueron el PRD y RM quienes pusieron a Dana Castañeda, la ficha de Mulino, como presidenta de la Asamblea cuando quiso echarle tierra a Mulino. Sí, la misma que ahora respaldó el boicot que lideraron Camacho y la abogada de Martinelli. Y que horas después envió un mensaje reiterando que apoya al Presidente. ¿Vio la luz o la alinearon? Esas cosas reflejan la fractura dentro del oficialismo.
Mientras tanto, el panameñismo sigue enfrascado en su crisis interna, y CD está en una transición de liderazgos en la que todo dependerá de la relación siempre volátil entre Martinelli y Yanibel Ábrego.
Presidente, hacer justicia contra los enemigos es fácil; hacerla con los aliados es la verdadera prueba. Usted sabía perfectamente con quién corría y cuáles eran los riesgos. Este país tiene un Presidente, no dos. Y usted no ha dejado lo suficientemente claro quién manda aquí.