
La cosa política va tomando forma. Una forma amorfa y horrenda, pero forma al fin. Por un lado, ya sabemos quién es el flamante vice de Gaby: Camilo Dietyalleyneglicol. Yo pensé que era un señuelo, una cámara escondida, algo… pero no: nadie más quería quemarse con esa papa. Porque no es papa, es papa caliente. Lo que sí es que esa postulación demuestra que la desunión en el PRD es tal que necesitan a alguien de adentro a ver si jala… al menos el 1% que votó por él en las primarias de 2018. Porque afuera, no aporta ni el voto del bebé probeta que hizo.
Por otro lado, Blandón declinó la cabeza de la alianza con CD. Lo que todos, incluyendo a Toto Álvarez, sabíamos que pasaría. Lombana sigue teso en que todos son malos a menos que se unan a él. Y Pancho Alemán, dizque que el Molirena no condicionó la alianza con el PRD a que les dieran la vicepresidencia a ellos. Claro, si son unas rémoras que para sobrevivir se pegan a lo que les den. Si no, que lo diga Judy Meana, que sigue aplaudiendo a Gaby a ver qué le cae.
Pero donde está el verdadero meollo es en la Asamblea, que aparte del contrato minero, el presupuesto y otro pocotón de goles, ahora quiere reformar el Código Electoral.
El proyecto lo propone Ricardo Torres, léase Benicio, y busca hacer lo de siempre: adecuar las reglas del juego a su conveniencia. Con el agravante de que ahora lo quieren hacer a siete meses de las elecciones.
Hoy, el Código Electoral dice que, en los circuitos plurinominales, los partidos que van en alianza podrán postular hasta a un candidato a diputado en común. Uno. Que iría en la papeleta dos veces.
Bueno. En el Consejo de Partidos Políticos hubo una consulta al Tribunal Electoral (TE), para saber si en alianzas de un partido con más de un partido se podía postular a más de un diputado en común. Y como las normas son enredadas hasta para ellos mismos, el Tribunal Electoral interpretó la norma. Y en esa interpretación, habla de puesto o puestos.
Entonces ahora el PRD, pensando en el país claro está, dice que quiere reafirmar lo que el Código actual dice, limitando la interpretación del TE. Y eso es mentira, porque el Código actual habla de un diputado y ellos en su proyecto hablan de dos. Limitarían la interpretación del TE, sí, pero lo aumentarían a dos cuando hoy es uno. Jugando con las palabras y con nuestra inteligencia.
De hecho, ya violaron la ley en el 2019 en el 8-3 con Crispiano Adames, que entró por residuo, igual que Corina Cano. En la misma alianza entraron dos en vez de uno. Ahí en verdad, voto a voto como debería ser, ganó Carla García, pero con los votos del residuo, el que subió fue Crispiano. Usaron los mismos votos dos veces. Ahora lo que quieren es legalizar algo que ya hicieron, atornillando a sus fijos. No olvidemos que, salvo uno, todos los diputados del Molirena llegaron por residuo.
Pero este es un gol con múltiples oportunidades. Ahora, a los disidentes del CD podría postularlos el PRD, aun cuando su alianza sea con el Molirena y no con CD. Y como el Molirena ya llevaba la R, la única manera de dar R al Molirena y al disidente CD sería permitir dos R por partido, algo que está prohibido hoy. Esa nueva R haría más atractiva y probable esa alianza entre los disidentes y el Molirena o el PRD.
¿Qué haría esta ley? Fregaría a los candidatos de libre postulación, que de por sí tienen prohibido aliarse con partidos en los plurinominales. ¿Y a quién favorecería? A los partidos grandes, a sus aliados y a los que tienen plata para hacer acuerdos de recámara, porque van a poder garantizarse otro espacio con un residuo adicional, acomodando a más gente y asegurándose el control de la Asamblea. Van a poder seguir llenando la Asamblea de personas que ganan sin tener los votos.
Ya fuimos a una mesa de reformas electorales, donde todos los partidos estaban representados. Algunos por diputados, de hecho. Ya el proyecto pasó por la Asamblea, donde le hicieron lo que les dio la gana. Y ahora lo quieren modificar de nuevo.
Pero más allá de esa reforma, lo que preocupa es que cuando entren a discutir el proyecto pueden incluir cualquier otra reforma. Ya lo dijo Rubén de León sin asco: el PRD hará lo que sea para ganar. Pueden, por ejemplo, permitir que el que pierda una primaria sí pueda correr, lo que favorecería a Yanibel. O que se extienda la fecha límite para cerrar las alianzas del 30 de septiembre al 31 de diciembre, con lo que ganarían tiempo a ver qué pasa con Martinelli. Eso es lo que han hablado Martín Torrijos y Nito Cortizo. Eso les convendría a ellos, en detrimento de quienes ya tuvieron que tomar su decisión de aliarse o bajarse.
De nuevo. Este intento de gol, que no se daría si realmente tuviéramos un país democrático, se da a 10 días de que se cierren las alianzas. Falta que sea aprobado en tres debates y sancionado antes, pero ya hemos visto que cuando les conviene son veloces. A menos que la ciudadanía haga su trabajo. Una vez más, tenemos el sartén por el mango.