“Fue un ilustre caudillo tableño el creador de mi escuela modelo, cuyo nombre inmortal con empeño repetimos con orgullo y anhelo”. Así comienza el maestro Euclides González la letra del coro del Himno a la Escuela Modelo Presidente Porras, cuya música fue compuesta por Clímaco Batista. Ese ilustre caudillo tableño fue el Dr. Belisario Porras Barahona, quien, como presidente de la República, impulsó una reforma educativa proporcionando los recursos para alcanzar sus metas: edificios escolares modernos y educación mixta.
Octavio Méndez Pereira, secretario de Instrucción Pública, junto con José D. Crespo, idearon un edificio que respondiera a las necesidades de la época y pudiera perdurar a través del tiempo y del uso por miles de estudiantes, y lo denominaron Escuela Modelo. El presidente Porras quiso dejar en su pueblo natal una obra imperecedera, y el primer edificio de la Escuela Modelo fue construido en la ciudad de Las Tablas e inaugurado el 20 de septiembre de 1924. El presidente Rodolfo Chiari R. y sus sucesores utilizaron estos planos para construir escuelas en toda la República.
En ese año, en Las Tablas solo existía una escuela de varones con aulas ubicadas en diversas casas alquiladas, atendida por maestros como Manuel “Cristo Pobre” De Icaza, quien fungió como director encargado; Temístocles Céspedes, Francisco Céspedes, Claudio Vásquez, Heraclio Decerega y Manuel María Tejada Roca.
“Esta escuela será como una atalaya de luz sobre el acrópolis tableño...”, sentenció Octavio Méndez Pereira, y así ha sido. El nuevo edificio contaba con 14 aulas, biblioteca, salón para economía doméstica, carpintería y un Aula Máxima. Permitió que muchos tableños de poblaciones aledañas completaran sus estudios primarios, ya que en esa época no había escuelas de seis grados en sus comunidades. Hasta la construcción de la Escuela Secundaria de Las Tablas, fue el centro cultural del pueblo. Fue uno de los “elefantes blancos” creados por el Dr. Porras; el otro fue el Hospital Santo Tomás, que también celebra 100 años este mes.
Hoy, viernes 20 de septiembre, al cumplirse los 100 años de la inauguración de la Escuela Modelo Presidente Porras, los tableños repetimos con orgullo la tercera estrofa del canto compuesto por los maestros Euclides González y Clímaco Batista: “Recordemos con gratitud y cariño al que puso sus alas de seda al corazón y cerebro del niño, al ilustre creador de mi escuela”.
Inmensa gloria al presidente Porras Barahona, quien dejó en su pueblo esta gran obra educativa, que los gobiernos nacionales han sabido valorar y conservar. Mediante la Ley de la República No. 57, de 27 de julio de 1998, fue “declarada patrimonio nacional”. Felicitaciones a la gran cantidad de excelentes educadores que han impartido sus conocimientos y actitudes positivas, entre ellos mi madre, Leticia López de López, quien también fue directora, y a los miles de estudiantes que recibimos educación en esta Escuela Modelo. Canajagua sigue siendo el faro que guio al caudillo, un ejemplo a seguir por la niñez y juventud tableña, como proclamó hace pocas semanas la educadora Elia López de Tulipano.
El autor es cientista político