Un día como hoy, 23 de octubre del año 42 a.C, murió Bruto, uno de los asesinos de Julio César. Se suicidó, al perder en la batalla de Filipo frente a Marco Antonio y Octavio, amigos de César. Bruto, hombre bueno, pensaba que asesinaba a Julio César por el bien de Roma; se equivocó. Un asesinato igual se está gestado en la Universidad de Panamá (UP) este mes.
Julio César nació el año 100 a.C. Líder, genio militar, estadista, saludado “¡Salve, César!” Conquistó la actual Europa, llevando el idioma, el derecho, la cultura y los principios democráticos de igualdad entre los ciudadanos. Se le atribuye la frase Veni, vidi, vici (vine, vi y conquisté) al conquistar territorios. Fortaleció las familias, alentó a los ricos a cuidar de los pobres, promovió el empleo, dio pan a los pobres, construyó teatros y bibliotecas. Amante de la astronomía, impuso el actual calendario de 365 días, 12 meses y un año bisiesto.
No podía salir de su territorio sin permiso; desobedeció; cruzó el rio Rubicón; ni un paso atrás, dijo, la suerte estaba echada (alia jacta est) para conquistar Roma. Los nobles romanos, por envidia, lo asesinaron el 15 de marzo del año 40 a.C. (los idus de marzo) en el Senado Romano.
La UP tiene más de 93 mil estudiantes. En los últimos años, el incremento de su presupuesto ha sido del 6.9 % anual, pero por primera vez en sus 88 años de historia tendrá un presupuesto inferior al año anterior. Nunca un presupuesto del Estado trató así a la UP. Ni en los peores años del país. Peor ahora, cuando proyecta 100 mil estudiantes para el año 2023. La UP ha pasado de tener 13.4 a 20 estudiantes por profesor. De tener 12.9 alumnos a 19.5 por cada administrativo.
La UP pidió para el año 2023 un presupuesto de $377.50 millones y se le recortan $34.4 millones, lo que representa 9.11% del total solicitado. Los presupuestos del Estado prevén que atienda a más estudiantes con menos ingresos. Partidas que dan sólo para 10 profesores, cuando requeriría 200 profesores.
¿Qué pasará con los 3 mil estudiantes que no podrá aceptar? Lo veremos en la próxima década. Unicef reconoce, en un estudio reciente sobre los efectos de la pandemia en la educación en Latinoamérica, que dejar a la población joven sin estudiar es dañar al país y dañar psicológicamente a esos jóvenes, cuyos efectos se verán a los diez años. Y, ¿qué pasará con el déficit de médicos, enfermeras, biólogos, físicos, químicos, matemáticos, abogados, etc.? La UP ha contribuido a dar forma cultural a Panamá. Es lógico que la UP reclame el derecho de estos estudiantes.
Cuenta William Shakespeare en su tragedia Julio César que mientras le acuchillaban sus envidiosos correligionarios, se dio la vuelta, vio a Bruto con el puñal en alto y le preguntó “Et tu , Brute?” (¿Tú también Bruto?), reconociendo al amigo que quería como un hijo y que contribuyó al magnicidio.
Esto podría ocurrirle a la UP, escuchar gritando exánimes los 100 mil estudiantes: ¿Tú también? Mientras, ven a su lado a los amigos que pronunciaron “la educación será la estrella que alumbre el próximo Gobierno”, clavando el puñal del desabastecimiento.
¿Quiénes levantarán sus brazos en la votación de los presupuestos del Estado a favor o en contra de la UP? Bruto pensaba que hacía un bien y se equivocó. Recortar los presupuestos a la UP quizá se piense que es un bien; pero es un magnicidio y suicidio.
Esperemos a oír el grito o la sonrisa de esos 100 mil estudiantes cuando voten en las elecciones. Ojalá sonrían al ver que se salva a la UP.
Es buen momento para rectificar, dejar caer el puñal al suelo y gritar la belleza de esta frase: “La educación será la estrella que alumbre el próximo Gobierno”. Solo hace falta conceder ese 9.11 % más en el presupuesto solicitado por la UP.
El autor es expresidente del Sistema Nacional de Investigación (SNI) de Panamá.