Panamá enfrenta grandes desafíos en la enseñanza-aprendizaje, especialmente por el aumento del fracaso académico en el Bachiller en Turismo. Entre los factores que influyen en este problema destacan la exclusión social, la falta de acceso a tecnología e Internet, los métodos tradicionales de enseñanza y la infraestructura deficiente.
La sociedad del conocimiento del siglo XXI exige cambios en la enseñanza, derribando paradigmas memorísticos y verticales. La nueva era digital ofrece aprendizajes creativos, innovadores y significativos, permitiendo una formación horizontal de calidad para la comunidad educativa, con la aspiración de edificar un mejor Panamá para todos.
La mayoría de los docentes han sido formados con métodos, técnicas, estrategias, modelos y procesos inspirados en el enfoque academicista y conductista, lo que ha generado una enseñanza transmisiva, memorística y desvinculada del contexto socio-cultural.
Por esta razón, a la Facultad de Ciencias de la Educación, desde su creación mediante la Resolución 2-85 del Consejo Académico, se le otorgó la responsabilidad de actualizarse académica y administrativamente, con el fin de responder de la mejor manera a los problemas, necesidades y aspiraciones de la sociedad panameña, especialmente en lo relacionado con la formación de educadores (Universidad de Panamá, 2005).
Panamá, al igual que muchos otros países de la región, enfrenta grandes retos en términos de acceso y calidad educativa. Actualmente, el país atraviesa una crisis educativa que afecta tanto los derechos de la niñez y adolescencia como el desarrollo sostenible.
En términos de calidad educativa, el currículo actual está sobrecargado de contenidos y el enfoque de enseñanza de los docentes sigue siendo enciclopédico y memorístico. Además, problemas como deficiencias en infraestructura y falta de acceso a servicios básicos (agua potable, saneamiento, electricidad e Internet) agravan la situación. El 12% de los niños y niñas panameños entre 4 y 17 años no asiste a ningún centro educativo. Las zonas más desfavorecidas son las urbanas de rápido crecimiento, las rurales y las comarcas indígenas.
Estrategias de aprendizaje
Según el Manual de Estrategias de Enseñanza/Aprendizaje publicado en 2003 por el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) de Colombia, las estrategias de aprendizaje constituyen actividades conscientes e intencionales que guían las acciones necesarias para alcanzar determinadas metas. Son procedimientos que no pueden reducirse a rutinas automatizadas, ya que implican procesos intencionados y deliberados.
Para el psicólogo y pedagogo estadounidense David Paul Ausubel (1918-2008), citado por R. Méndez, el aprendizaje significativo es “un proceso en el que la nueva información se relaciona con algún aspecto ya existente en la estructura cognitiva del individuo y que sea relevante para el material que se intenta aprender”.
El pedagogo y filósofo checo Juan Amos Comenio (Jan Amos Komenský, 1592-1670), citado por Ana Andrade, aconseja que “lo procedente implica tratar a los alumnos con afecto, cariño y atención a su proceso de formación, lo que hará al menor sentirse reconocido y, con ello, se despertará en él un ánimo por continuar asistiendo a la escuela. Actitudes como estas fácilmente le robarán su corazón”.
Por otro lado, en su libro 11 ideas clave. Cómo aprender y enseñar competencias (2007), los pedagogos españoles Antoni Zabala y Laia Arnau señalan la necesidad de una escuela innovadora, fundamentada en la comprensión de los conocimientos, la importancia de los procesos y la autogestión del alumnado.
Los recursos didácticos, de acuerdo con el académico español Jordi Díaz Lucea, “constituyen todo el conjunto de elementos, útiles o estrategias que el profesor utiliza o puede utilizar como soporte, complemento o ayuda en su tarea docente”.
Aporte para la sociedad
El Ministerio de Educación está desarrollando diferentes proyectos que garanticen una educación eficiente. A pesar de ello, estudios del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) indican que una educación de calidad permite que cada niño, niña y adolescente desarrolle su máximo potencial.
Aunque la tecnología está al alcance de muchos, en las comarcas indígenas y zonas de difícil acceso su disponibilidad sigue siendo limitada. Sin embargo, existen investigaciones y proyectos futuros que buscan erradicar esta problemática, reduciendo así los índices de fracaso escolar.
Es fundamental actualizar el currículo a un modelo horizontal, basado en estrategias didácticas innovadoras y la incorporación de tecnología educativa. Además, es clave capacitar a los docentes en habilidades blandas y TIC, fomentar proyectos sociales en la comunidad educativa y transformar la infraestructura de los centros educativos que imparten el Bachiller en Turismo.
Entre los modelos de aprendizaje recomendados se encuentran:
Aprendizaje orientado a proyectos
Aprendizaje colaborativo
Aprendizaje basado en problemas
Estudio de casos
Aprendizaje basado en investigación
Conclusión
Se determinó que las estrategias de aprendizaje basadas en métodos didácticos innovadores contribuyen a mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje en el Bachiller en Turismo. No obstante, es esencial capacitar a los docentes en herramientas tecnológicas y habilidades blandas, ya que estos talleres permiten una comunicación más asertiva entre docentes y estudiantes, facilitando la resolución de dudas y mejorando la calidad educativa.
El Ministerio de Educación está trabajando en proyectos que permitan una enseñanza más creativa e innovadora, integrando TIC en el proceso de aprendizaje.
Actualmente, la tecnología es una herramienta clave para la educación, ya que proporciona alternativas transformadoras que permiten a los docentes impartir clases modernas, creativas y significativas.
Finalmente, los docentes de los planteles educativos que imparten el Bachiller en Turismo tienen la responsabilidad de utilizar tecnologías de información y comunicación, garantizando entornos de aprendizaje eficaces, modernos y productivos. Además, deben ser más empáticos y brindar apoyo a la comunidad estudiantil, evitando escenarios hostiles que puedan generar impactos emocionales negativos.
Por su parte, el Ministerio de Educación tiene el compromiso de garantizar aulas de calidad, con infraestructura adecuada, acceso a agua potable, electricidad, mobiliario escolar e Internet. Si se superan estas deficiencias, se logrará una reducción significativa del fracaso escolar en el Bachiller en Turismo y un mayor desarrollo para el país.
La autora es estudiante de la maestría en Docencia Superior de Udelas.