Albert Einstein dijo una vez que “en los momentos de crisis, solo la imaginación es más importante que el conocimiento”. Quizá Einstein no conoció a nadie como Gaby Carrizo. El martes pasado, el superdotado (no Einstein, sino Carrizo) estuvo, junto a otros seis candidatos a la Presidencia de la República, en el foro Visión 2024, organizado por La Prensa. Allí exclamó: “Sin duda alguna, en este país, quien administra mejor las crisis es el PRD”. La frase -digna de Pepito- arrancó carcajadas al público. No es que sea mentira que este gobierno haya tenido varias crisis. De hecho, dos días después, se prendió -una vez más- el vertedero de cerro Patacón, que ya ni siquiera debería estar ahí porque agotó su vida útil hace rato. Así que este incendio no es más que una crisis dentro de otra crisis, lo que lo convierte en una obra de arte de las crisis.
La pandemia respiratoria es un célebre ejemplo de la forma en que este gobierno “administra” las crisis. Y es que no cualquiera “imagina” tan rápido compras reprochables, como las de los ventiladores y el hospital modular. Incluso, el Instituto de Mercadeo Agropecuario compró mascarillas desechables -a un taller de automóviles- a $6 cada una. ¡Genios! Y para que no quedara duda quién consintió estas cosas, la ministra de Salud fue destituida en plena gestión de la crisis. Parece que se resistió a usar su “imaginación” para facilitar los negocios.
Ni hablar de la crisis del agua. La enfrentaron evadiendo la discusión acerca del embalse de río Indio o de cualquier tecnología alternativa para la generación de agua. En cuanto a la crisis financiera de la CSS, el Ejecutivo decidió disimular un poco, convocando a una mesa de diálogo. Primero se excusaron diciendo que aguardaban por un informe de la OIT. Cuando el documento llegó, cambiaron el cuento diciendo que había que traer a los técnicos de la OIT para que sustentaran sus recomendaciones. Finalmente, el asesor presidencial Rafael Mezquita reveló en TVN la verdadera razón para no afrontar el problema: “no hay capital político”.
También hubo crisis como la de los bloqueos y protestas por el precio del combustible, en julio de 2022. ¿Cómo la “gestionaron”? Con un subsidio a la gasolina, que va a terminar costando una fortuna, como si no tuviésemos una deuda pública absurda. Quince meses después, vino lo de la mina. ¿Cómo lo encararon? Con 25 inconstitucionalidades en un contrato ley. Esto debe ser un récord. La responsabilidad de la “administración” de estas crisis recae directamente en Cortizo y Carrizo. Y ahora esta gente quiere empujar al país a cinco años más de infortunio. Por suerte, la posibilidad de que eso suceda solo está -como diría Einstein- en su imaginación.