El vertedero de cerro Patacón, el principal relleno sanitario de la ciudad de Panamá se encuentra en una situación crítica. Desde que la empresa Urbalia dejó de administrarlo en marzo de 2023, el vertedero ha estado plagado de problemas, con acusaciones de inacción por parte del Gobierno y preocupaciones crecientes sobre su impacto ambiental y social.
Cerro Patacón recibe diariamente entre 2,300 y 3,000 toneladas de basura, provenientes de la capital y sus alrededores. Se trata de una cantidad que supera la capacidad de tratamiento y disposición final del relleno, que ocupa unas 160 hectáreas y que está cerca de alcanzar su vida útil. Además, el vertedero no cuenta con las condiciones adecuadas para evitar la generación de lixiviados, gases y olores, que contaminan el suelo, el agua y el aire, afectando a la salud de las personas y los ecosistemas cercanos.
El vertedero también es escenario de una grave situación social, ya que alberga a cientos de segregadores, que se dedican a recuperar materiales reciclables de la basura, en condiciones de precariedad, riesgo e insalubridad. Estas personas, muchas de ellas familias enteras, no cuentan con la protección ni el apoyo de las autoridades, y se ven expuestas a enfermedades, accidentes e incendios, como el que ocurrió en enero de 2024, que afectó a más de cuatro hectáreas del relleno.
Ante este panorama, es evidente que se requiere una solución urgente y efectiva para el manejo de los residuos en la ciudad de Panamá. Sin embargo, el Gobierno no ha mostrado una voluntad política ni una capacidad técnica para afrontar el problema. Por el contrario, ha dejado en el abandono al vertedero, sin asignar una nueva empresa que se encargue de su operación y mantenimiento, y sin implementar medidas de control, fiscalización y sanción.
Por otro lado, la Autoridad de Aseo Urbano y Domiciliario (AAUD), la entidad pública encargada de la gestión de los residuos tampoco ha cumplido con su rol de garantizar un servicio eficiente, con miras a proteger la salud pública y el ambiente. La AAUD ha sido objeto de críticas y denuncias por su falta de transparencia, su mala administración y su escasa coordinación con otros actores, como las entidades locales, las empresas privadas y la sociedad civil.
Ante esta realidad, se plantea la necesidad de explorar otras alternativas para la gestión de los residuos, que impliquen una mayor participación del sector privado y de la ciudadanía. Una de estas opciones es la responsabilidad ampliada del productor y del generador, que consiste en que los fabricantes o importadores de productos y todos los que generan residuos se hagan cargo de su reciclaje y disposición final, mediante el pago de un impuesto, tasa para la creación de un sistema de gestión ampliado público privado en combinación con gestores en el sector privado y municipales. Esta medida incentivaría la prevención, la reducción y la valorización de los residuos, al tiempo que aliviaría la carga financiera y operativa de la administración pública.
Otra opción, combinada con la anterior, es el fomento de la economía circular, que busca aprovechar al máximo los recursos y minimizar los desechos, mediante el diseño de productos duraderos, reparables y reciclables, la promoción de la reutilización, el compostaje y la transformación de los residuos en nuevos productos o energía, y la sensibilización y educación de los consumidores para que adopten hábitos de consumo responsable. Esta opción requeriría de la colaboración de todos los agentes involucrados en el ciclo de vida de los productos, desde los productores hasta los consumidores, pasando por los distribuidores, los comerciantes y los gestores de residuos.
En conclusión, el vertedero de Cerro Patacón y otros vertederos a nivel nacional son una gran montaña de problemas sin resolver que afectan la calidad de vida de la población y al medio ambiente de la ciudad de Panamá y otras ciudades a nivel nacional. Se necesita una acción decidida y coordinada de las autoridades, el sector privado y la sociedad civil para encontrar soluciones innovadoras y sostenibles que permitan una gestión adecuada de los residuos, basada en la prevención, la educación, la reducción, el reciclaje y la valorización. Solo así se podrá lograr una ciudad y un país más limpio, saludable y circular.
El autor es ecologista.