En 1736, la Misión Geodésica Francesa llegó a la Real Audiencia de Quito, con el propósito de medir el arco del meridiano terrestre.
Los científicos franceses, liderados por Marie de La Condamine, buscaban comprobar que el planeta era achatado en los polos y más ancho en la línea equinoccial, como aseguraban los cálculos matemáticos de Isaac Newton.
Era una expedición científica; sin embargo, junto con los instrumentos de medición, llegaron a la tierra que luego sería llamada Ecuador, nuevas ideas que se regaron como pólvora. Con la ciencia llegaron a Quito la ilustración y la razón, el derecho de los pueblos a rebelarse contra la tiranía o el principio de la soberanía popular que alimentaría el espíritu independentista.
Ese es el poder de la ciencia, del conocimiento. Y hoy, como ayer, necesitamos de ambos para tomar las mejores decisiones, las que permitan un desarrollo sostenible que beneficie a todos.
Por eso, resulta muy esperanzador ver estos días a la comunidad científica local abrir sus alas y volar alto para enseñarnos con orgullo sus logros y darnos la buena nueva de nuestro potencial.
La “Semana de la Ciencia”, organizada por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), con el apoyo de la Asociación Panameña para el Avance de la Ciencia (Apanac), la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), la Alcaldía de Panamá, el Ministerio de Relaciones Exteriores y los actores del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación de Panamá, es una gran noticia y un motivo de orgullo nacional.
Impresiona la cantidad de actividades que forman parte de esta semana dedicada a la ciencia, la tecnología y el conocimiento, así como constatar el impacto que todo esto va teniendo en diversos sectores de la sociedad. O para decirlo en palabras del Dr. Jorge Motta, director de Senacyt, así como motor y guía de este movimiento, “la ciencia está en todo y en conjunto con buenas políticas públicas, lograremos desarrollo sostenible con equidad”.
El impacto en cada actividad, en cada sector es evidente. Durante una de las sesiones del Foro Abierto de Ciencias de América Latina y el Caribe, por ejemplo, se analizó la relación entre ciencia y ciudad. Se trata de una vinculación obvia, porque cada decisión que tomen las autoridades locales para lograr comunidades sostenibles que propicien una convivencia pacífica y respetuosa del entorno natural, debe estar basada en ciencia, conocimiento.
La “Semana de la Ciencia” ha tenido también espacio para el arte y la cultura, logrando además ser una plataforma perfecta para que nuestros estudiantes puedan mostrar sus talentos y destacar en la Feria de Ingenio Juvenil, los talleres de robótica, las diversas exhibiciones y una larga lista de actividades, todas ingeniosas, creativas y motivadoras.
Entre los muchos trabajos presentados en estos espacios, destaco el de dos estudiantes de Las Tablas, Darío Domínguez y Alicia Girón, que evidenció la urgencia de que el sistema de educación nacional imparta clases sobre salud sexual y reproductiva, después de analizar los datos de embarazos de adolescentes y la disponibilidad de información sobre sexualidad. Es una conclusión basada en información, en investigación, no en creencias religiosas y dañinos fanatismos.
Otra importante actividad que forma parte de la “Semana de la Ciencia” es el Congreso Nacional de Ciencia y Tecnología de Apanac, la organización creada en 1985 por un grupo de académicos y científicos panameños preocupados por la falta de instituciones que impulsaran la ciencia y la tecnología en el país. En su momento, lograron la creación de la Secretaría de Ciencia y Tecnología, y hoy pueden ver los frutos de su perseverancia.
Ahora, una nueva generación de científicos y científicas ha tomado el relevo. Allí están, para orgullo nacional, las #MujeresEnCiencia, un grupo de extraordinarias y comprometidas científicas empeñadas en hacer que Panamá deje atrás el oscurantismo y el fanatismo, y que avancemos por la senda del conocimiento, o el movimiento #CienciaEnPanamá, decidido a popularizar la ciencia para beneficio de todos.
Afortunadamente, hoy en Panamá, la ciencia está en todo. Es una gran noticia.
La autora es periodista, abogada y presidenta de la Fundación Libertad Ciudadana.
