Aclaro que, además de ciudadano, soy asegurado, jubilado, pensionado, robado, estafado, enfermo, condenado, como lo son cientos de miles de panameños.
¿Hay una mejor alternativa que la privatización o tercerización, o concesión regulada, como queramos llamarla, de los servicios para solucionar este problema del desabastecimiento de medicinas e insumos médicos, que durante decenios ha condenado a miles de asegurados al robo, engaño, sufrimiento y muerte, sin rendición de cuentas por los responsables? Exigimos conocerla.
Veamos. Cuando un cliente busca un artículo en un establecimiento comercial tiene casi la certeza de encontrarlo. Lo pagará al adquirirlo. Si no hay, pues lo buscará en otro donde de igual manera lo pagará al adquirirlo. Si un asegurado busca un medicamento en la farmacia de la Caja de Seguro Social (CSS) o un insumo necesario para un tratamiento, es poco probable que lo encuentre, a pesar de haberlo pagado por adelantado, lo cual es un robo que lo lleva a enfermedades, padecimiento y muerte. Entonces, si puede, lo buscará en un establecimiento o clínica, como hacemos miles todos los días, y lo pagará al recibirlo. Le habrá pagado a un proveedor que no se lo dio (robo), y también a otro que sí lo dio (servicio).
¿Por qué en el x comercio sí y en la CSS no? ¿Incluso cuando el dueño del primero podría ser quien controla o manda, o lo ha hecho, en el segundo?
Porque en ese comercio funciona un control de inventario que permite un abastecimiento seguro y oportuno, y que si falla, se perderá el negocio, además de un régimen administrativo por el cual los responsables rinden cuentas por vía administrativa, pecuniaria y hasta posiblemente penal.
¿Qué sucede en la CSS, como ha sido el caso durante decenas de años? Para los afectados, sigue el costo y el padecimiento intermitente. A los funcionarios, nada. Son impunes por sus crímenes. Les pagamos, por adelantado, para que nos maten. Nadie les exige responsabilidad administrativa, pecuniaria y mucho menos penal.
El gobierno actual ha emprendido con firmeza el propósito de enmienda. Enhorabuena. Bienvenida. Pero debe hacerlo bien, es decir, con los métodos y la administración de donde se hace bien, probados. No seguir haciéndolo mal. ¿Ensayarán ahora fórmulas cuyo sustrato humano, profesional y operativo siga siendo la corrupción e incompetencia de la CSS, lo mismo de lo mismo, aunque con personas distintas?
Basta de juntar las manos piadosamente y decir con estruendo que no habrá privatización de algunos servicios de la CSS. ¿Podemos engañar a los demás y engañarnos a nosotros mismos? Privatización, tercerización o concesión regulada, sí. Desabastecimiento, robo, estafa, enfermedades, padecimientos, muertes: no.
El autor es ciudadano