CSS, al borde del colapso total



Las administraciones pasadas y la actual de la Caja de Seguro Social (CSS), que está por concluir, han llevado a la entidad a una situación caótica debido a la forma en que se han administrado los fondos en las adquisiciones de bienes y servicios (en informática, mil millones de dólares). A pesar de esta inversión, la entidad sigue siendo ineficiente, con el nombramiento de funcionarios en la parte administrativa que, en muchos casos, carecen de la capacidad necesaria y son designados únicamente para cumplir compromisos políticos. En el área de la salud, hay una falta de médicos especialistas, insumos, equipos y voluntad para brindar un buen servicio.

Los jubilados están obligados de por vida a pagar una cuota a la CSS, pero, a cambio, reciben un servicio deficiente. Algunos empleados y médicos atienden a los asegurados sin la debida amabilidad, de forma apresurada y sin cortesía. Se limitan a preguntar los síntomas e inmediatamente recetar algún medicamento que, en muchos casos, no se encuentra en la farmacia de la CSS, que sufre un continuo desabastecimiento. Las operaciones están afectadas por la “mora quirúrgica”, lo que puede demorar meses y, a veces, años.

Algunos médicos incumplen sus horarios y se retiran antes de tiempo, con la excusa de haber atendido al número de pacientes que les corresponde. Sin embargo, en sus clínicas privadas, atienden con cortesía y realizan una buena revisión física, muy diferente a la que practican en la CSS. He escuchado a funcionarios de la salud a través de los medios de comunicación hablar sobre la desaparición misteriosa de inventarios.

La junta directiva de la CSS, en muchos casos, no cumple con su rol de velar por los intereses de los asegurados. Hay que tener claro que estas acciones están llevando a la entidad a un colapso total, que no solo afectará a los asegurados, sino a todos los panameños, ya que la CSS es la columna vertebral de la economía del país.

Tenía razón el exdirector Juan Jované cuando manifestó que, debido a los cambios introducidos por la Ley 51, se había condenado a muerte el sistema solidario y que habría una generación de cotizantes que no lograría jubilarse. También mencionó la necesidad de realizar correctivos para salvar la CSS. Recientemente, ha manifestado que cuenta con un proyecto para salvar la CSS y regresar al sistema solidario sin la necesidad de modificar las paramétricas.

Con relación a la Ciudad Hospitalaria, tengo información de que cuenta con equipos muy costosos y de alta tecnología, además de una gran cantidad de camas en las salas, incluyendo cuidados intensivos. Sin embargo, está funcionando a un 20% de su capacidad debido a la falta de especialistas y técnicos de la salud. Muchos pacientes se ven obligados a retornar al Complejo porque hay más personal, aunque estas instalaciones no son las más adecuadas, ya que existe hacinamiento, con hasta seis pacientes por cuarto, y la limpieza no es la más apropiada.

Esperamos que el nuevo director, Dino Mon, solucione las dificultades que enfrenta la CSS y que realmente se humanice tanto a los funcionarios que atienden al público como a los médicos, para que el eslogan “humanizándonos” sea verdaderamente efectivo. Los asegurados y el pueblo deben estar alerta para que los cambios a realizar respondan a sus intereses y no impliquen ningún tipo de privatización. Evitemos el colapso total y ¡salvemos la CSS!

El autor es exdirector de Contrataciones Públicas.


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