CSS, secuestrada por la política y al borde del colapso



La Caja de Seguro Social (CSS) está secuestrada por el poder político, en una etapa casi terminal. No tiene un diagnóstico claro que permita entender su enfermedad; se maneja con suposiciones, elucubraciones, intuiciones, teorías y costumbres políticas. Se aplica un “laissez-faire”, distracción y manipulación al estilo “Noam Chomsky”, con el único fin de salvar el botín político.

Historia

La CSS fue creada hace más de 85 años por el Dr. Arnulfo Arias Madrid, como complemento del Ministerio de Previsión Social y Salud Pública. Nació como una institución de beneficio social, no como un negocio ni como una aseguradora privada.

Etapa 1 (Primeros 21 años, hasta 1962). En esta primera etapa, hubo un oscurantismo marcado. Pocos médicos migraron del Hospital Santo Tomás a la Policlínica de la Calle 17 en 1948, y la hospitalización era limitada a una sala del mismo hospital. En 1962, la CSS inauguró su primer hospital general junto a la Universidad de Panamá. En los siguientes cinco años, hubo un mejoramiento en la gestión, con aumento del personal médico, de enfermería y técnicos administrativos. También se reforzó el sentido de empatía y compromiso hacia la CSS, con un enfoque en la meritocracia y la excelencia.

Etapa 2 (Siguientes 40 años). En este periodo, la CSS experimentó un crecimiento, reflejado en la incorporación de una gran cantidad de médicos, enfermeras, técnicos y administrativos. La eficiencia de las facilidades sanitarias, como hospitales y policlínicas, mejoró considerablemente. Lo más notable fue la verdadera empatía del personal, que brindaba un “valor agregado” en la atención. La meritocracia estaba vigente, y esto dio lugar a un profundo sentido de amor y empatía hacia la institución. En ese momento, la atención médica en Panamá estaba entre las mejores de América Latina, gracias a la vocación del capital humano, que rozaba el 100%.

Etapa 3 (Siguientes 20 años: etapa de deterioro). A finales de la década de 1980, un maestro de medicina nos advirtió en su despedida sobre el impacto que tendría la globalización, con su enfoque en negocios y la creciente indisciplina política. Señaló que esto reemplazaría la meritocracia por la “partidocracia” y deshumanizaría la atención médica, algo que lamentablemente vivimos hoy. Esta situación ha sido agravada por la ceguera política de los gobernantes en los últimos años.

La CSS ha perdido su autonomía, secuestrada por el gobierno de turno y convertida en un feudo político. El número de administrativos ha crecido debido al clientelismo, y se ha perdido la meritocracia y la rendición de cuentas. No se respeta lo establecido en la Constitución Política, Capítulo VI, Artículo 109, que establece que el Estado debe velar por la salud integral y universal de los habitantes del país.

El sistema de salud, compuesto por el Ministerio de Salud (Minsa) y la CSS, no es sólido, robusto ni eficiente debido a la desgobernanza. Se trata a la CSS como un botín de campaña (con un presupuesto de unos $7 mil millones para 2024), con negocios y premios que incluyen compras, alquileres, construcciones y diversas irregularidades. Los políticos han utilizado este sistema para fines propios, destruyendo una gestión que alguna vez fue ejemplar. Hoy la atención es mediocre, aunque el personal sigue siendo excelente, pero desmotivado, confundido y engañado, sin auditoría ni rendición de cuentas. Todo se maneja según intuiciones y percepciones, adaptadas a intereses políticos y económicos.

Tendencia política globalizada. La estrategia política actual busca ganar tiempo con diálogos espurios, y se plantean tres posibles salidas:

  • Privatización: Sería un fracaso rotundo, como ya ocurrió en otros países vecinos, como Colombia.

  • Integración CSS-Minsa: (Capítulo VI, Artículo 115) Esto también sería un fracaso, porque ambas instituciones son disfuncionales.

  • Reiniciar: Se necesita un diagnóstico situacional claro y correctivos inmediatos. El presidente Mulino requiere valentía para cambiar la actitud y el rumbo de la atención de salud. ¿Conoce realmente la situación actual o solo le cuentan una parte de la historia?

El autor es médico jubilado


LAS MÁS LEÍDAS