La opción de retroceder
Representantes de algunos sectores amenazan con cerrar las calles si no se acepta su idea de retroceder al fracasado sistema de reparto o beneficio definido, llamado por ellos con el alias de “El Solidario”. Se trata de los mismos que hoy exigen diálogo, pero cuando lo hubo o no quisieron asistir o se retiraron porque no se acataron sus imposiciones. Sabemos que este sistema no tiene nada de solidario, sino todo lo contrario, pues se demostró matemática y estadísticamente que otorga mayores subsidios a personas de ingresos más altos.
El beneficio definido paga más de 15 mil pensiones superiores a $1,500, que deben ser subsidiadas con un promedio de $135,000 por pensionado, ya que lo aportado no alcanza para pagarlas. Otorgar más de $2,000 millones en subsidios a personas con altos ingresos que cobran por más tiempo las pensiones, no es solidario y promueve la desigualdad, contrario a lo que predican sus promotores.
Según la CSS únicamente 180 mil personas se pensionaron por vejez normal, es decir, cumplieron con la edad de 62 años hombres y 57 mujeres y 20 o más años de cotización. Estos incluyen más de 60 mil pensionados con una edad promedio de 64 años que continúan trabajando, es decir, para quienes la edad de jubilación no importa, cobran su salario y a la vez su pensión. Lo incoherente es que algunos de ellos se oponen al aumento de la edad de jubilación y se creen con derecho a representar a los pobres y necesitados.
La mayoría de estos 60 mil pensionados que trabajan , son funcionarios, de los cuales al menos 12 mil son educadores, unos 10 mil están en la planilla de la CSS y poco más de 20 mil están en otras entidades públicas. Algunos de ellos, a su edad, se les ha visto participando en los cierres de calles.
Si descontamos estos 60 mil pensionados que trabajan, nos quedan 120 mil jubilados por vejez normal, una cifra inferior a los más de 125 mil beneficiarios del programa 120 a los 65, programa en el que panameños con “cero pensiones” reciben un subsidio estatal.
La verdad es que según la CSS más de 180 mil de los cotizantes actuales nunca recibirán una pensión, porque no cumplirán las cuotas necesarias para pensionarse. Si promediamos 120 mil que se pensionan con el 60% y 125 mil con 0% pensión que están hoy en el programa de asistencia social, podemos concluir que “El Solidario”, genera pensiones en promedio del 30% y no del 60% como algunos afirman. Ya que unos reciben, pero otros no.
Resumiendo, alias “El Solidario” tiene menos jubilados (retirados) por vejez normal que beneficiarios el programa 120 a los 65; subsidia más de 15 mil pensiones mayores a $1,500, beneficia a más de 60 mil pensionados que trabajan y no le pagará ninguna pensión a más de 180 mil personas que no completarán las cuotas mínimas necesarias (En su mayoría mujeres y trabajadores en la informalidad). Esto no es solidaridad ni justicia social.
Los partidarios de este modelo proponen quitarle lo ahorrado a los jóvenes y despojar a los más necesitados de recursos del Estado que deben tener prioridades más justas y solidarias, como la educación, salud, seguridad, servicios básicos e infraestructura.
Este sistema es insostenible por el cambio demográfico, la alta informalidad y los subsidios a las pensiones actuales. En lo económico La Junta Técnica Actuarial dictaminó que esta propuesta es perjudicial para el país.
Los Tres Pilares, una opción para avanzar
Por otra parte, se propone avanzar hacia un sistema de pensiones sostenible, equitativo y verdaderamente solidario. Se basa en la integración, mejoramiento y fortalecimiento de tres pilares existentes: El ahorro personal del Subsistema Mixto, las pensiones complementarias del SIACAP y el programa 120 a los 65.
La propuesta garantiza una verdadera solidaridad con los ancianos pobres y devuelve la confianza a los trabajadores través de un sistema de pensiones que recupera para ellos todo lo cotizado más sus rendimientos y que acredita en su cuenta el 100% de lo aportado. Los trabajadores ya no tendrán que cargar con las otras generaciones.
El Primer Pilar Solidario protege a los adultos mayores en condición de pobreza ya que se garantiza el derecho a una pensión no contributiva financiada por el Estado.
El Segundo Pilar es sostenible y equitativo, ya que la pensión se financia con aportes propios y todas las personas reciben pensión de acuerdo con su esfuerzo.
El Tercer Pilar mejora las pensiones con apoyo de los empleadores, este pilar se basa en el modelo del SIACAP, entidad pública que es un ejemplo de excelencia en servicio, transparencia, eficiencia y buenos rendimientos para sus afiliados.
Esta propuesta genera ahorros fiscales a largo plazo para mejorar las condiciones de ancianos en la pobreza, libera recursos para manejar el déficit actual y permite financiar la transición internamente.
Que sea la razón y el orden lo que nos guíe y no la presión de quienes dicen representar a un pueblo sin ganar las elecciones.
El autor es ingeniero administrador