Los festivales de literatura son una oferta para aproximar a la comunidad a un encuentro con la lectura y la creación. Son una construcción cívica desde la colectividad. En Panamá, el Festival Internacional de Poesía Ars Amandi, que se realiza en la capital en el marco del día mundial de la poesía, y el Festival Internacional de Poesía Penonomé en Abril, que se desarrolla en la provincia de Coclé, son un vivo ejemplo de compromiso de la ciudadanía para posicionarse y crear programas que promueven la literatura.
El V Festival del Escritor Panameño, que organiza el Ministerio de Cultura, es una propuesta cultural desde lo oficial, bastante joven, pero que ha logrado hacer conexión con la comunidad de escritores independientes.
La noción de escritor independiente se refiere a autores cuyas obras han sido publicadas de forma autónoma a través de plataformas digitales, blogs o una editorial independiente. Según la página web de la comunidad de Escritores Independientes de Panamá (Einpa), en la actualidad existen más de 70 autores con un poco más de 90 títulos de distintos géneros literarios.
Esto es bueno para una marca país que, en medio de tantas contradicciones y tensiones sociales, no apuesta por la cultura como herramienta de desarrollo, un escenario cultural donde últimamente los gremios de artistas no se ponen de acuerdo para construir un proyecto de nación desde la cultura y una burguesía que sigue siendo hostil a los hechos del arte o que usa sus luces para maquillar su propia miseria intelectual.
Los escritores independientes han logrado organizarse con objetivos y visiones distintas a las que tenían en el pasado otros colectivos que también aportaron a la historia cultural del país. Cada momento histórico tiene sus propósitos según las tensiones y conflictos de su contexto. Los escritores independientes realizan acciones desde sus plataformas virtuales y también desde espacios convencionales. Utilizan los círculos de lectura, los podcast y las redes virtuales para comunicar sus inquietudes, sus preocupaciones y sus ideas.
Es por eso que el V Festival del Escritor Panameño es una gestión acertada del Ministerio de Cultura que favorece la articulación no sólo de la comunidad de escritores independientes, sino de otros sectores de las artes, porque el festival, aparte de que también abre las puertas a los escritores consagrados o galardonados no independientes, es un espacio de convivencia donde conviven e interactúan otros agentes y gestores culturales, incluso fundaciones reconocidas. Además, es una propuesta que favorece la democratización de la cultura en un país donde se empieza a hablar de derechos culturales, pero donde cuesta mucho reconocer que la lectura es uno de los principales transmisores de cultura que los sujetos usan en la vida cotidiana.
Este año, la versión del V Festival del Escritor Panameño cuenta con la participación de más de 50 escritores independientes y consagrados. La actividad se va a desarrollar hoy en el famoso conjunto monumental Patrimonio Cultural del país, el Arco Chato. Será la oportunidad de conocer a los jóvenes escritores, volver a encontrarse con viejos amigos de este oficio y podremos escuchar la poesía de autores emergentes y no emergentes que leerán sus textos en un espacio que por sí solo es pura poesía.
La historia de la literatura nacional más inmediata ha estado cruzada por movimientos socioculturales y políticos muy puntuales. La literatura previa a la invasión de 1989, por ejemplo, tuvo un impacto en la construcción de una nación que luchaba por la democracia y la libertad. Luego vino una literatura post invasión que reflejó otras inquietudes y otros contextos con otras preocupaciones existenciales.
Hoy, el impacto de las redes sociales, las nuevas formas de comunicación, un planeta que agoniza y un mundo que vuelve a la guerra, con nuevas amenazas a la salud y una sensibilidad espiritual que parece más compleja que nunca, la literatura no puede ser un medio de evasión, aunque para muchos leer es una forma de escape. Escribir sigue siendo una actividad con los mismos retos y responsabilidades para con el lenguaje y la humanidad. La literatura sigue siendo la arena de los conflictos donde los hombres y mujeres escriben la historia. Ese es el principal compromiso; todo lo demás es indiferente.
El autor es escritor
