Frase muy utilizada en italiano Da che púlpito viene la prédica, cuya correspondencia en español es ¡Mira quien habla!
Estamos a meses de escoger nuestro futuro, de acabar con las improvisaciones, la abrumadora corrupción, las intransigencias, la falta de rendición de cuentas, los secretismos y las demás hierbas... yo no diría aromáticas.
Tenemos la responsabilidad de cambiar el estilo de gobernar. Podremos escoger un verdadero líder, con la experiencia necesaria y con muchas ganas de hacer bien las cosas sin clientelismo.
Hagamos una catarsis de los gobiernos. Lo que nos gusta, lo que no nos ha gustado, lo que consideramos podría mejorarse, lo que se nos prometió y no se cumplió.
Recordemos estos eslóganes que nos vendieron en su momento:
“La educación es la estrella de este gobierno”; “En los zapatos del pueblo”; “Robó, pero hizo”; “Guerra contra el desempleo”; “Por un Panamá mejor”; “Mis encuestas son de carne y hueso”; “Cero letrinas”; “El pueblo primero”; “Los locos somos más”. ¿Nos beneficiaron como pueblo?, ¿Hay menos pobreza?, ¿Hay mejor educación?, ¿Hay más trabajos?, ¿Ha mejorado el sistema de salud?, ¿Hay más seguridad?
Analicemos a los candidatos a la presidencia oficializados por los partidos. RM, tuvo sus primarias. Según el Tribunal Electoral (TE), participaron el 28.54% de su membresía y un ausentismo del 71.46%. A este candidato lo hemos visto conversando con su perro y haciéndole promesas, en yates, en helicópteros, con quebrantos de salud, prometiendo un tren y otras cosas.
El PRD también realizó sus primarias. Según el TE, tiene una membresía de 731,267 personas, de los cuales votaron el 60.46% es decir 442,124. Hubo un ausentismo del 39.54% es decir 289,142. El candidato electo, recibió el 27% de los votos, es decir, 198,208 personas. Los restantes 73%, es decir 533,825, ¡No votaron por él!
Como se atreve a decir sin pepitas en la lengua, que es elegido por la mayoría de los miembros de su partido. ¡El peor ciego es el que no quiere ver!
Las entrevistas en los medios de comunicación dan la oportunidad de conocer a los candidatos. Se debe estar bien preparado, con buen manejo de la inteligencia emocional, dominio completo de los diversos temas, respondiendo de forma educada, respetuosa, sin rofeos y mucho menos, sin regaños a los periodistas. Si ocupa puesto público, no debe argumentar sobre acciones, programas y demás, que haya realizado durante su gestión. No debe colocarse unas veces el sombrero de gobierno, otras veces el sombrero de candidato... ¡No! ¡Se es candidato y punto! Converse de sus planes de gobierno, de sus propuestas, de lo que va a mejorar, ofrezca con cifras exactas como mejorará las finanzas, como va a pagar la deuda actual de $46 mil millones, como va a mejorar la CSS, no con cifras que da pena mencionarlas. El manejo de la pandemia es un tema de gobierno, no de un candidato a la presidencia.
Nosotros, en todo caso, no olvidamos que, gracias a la excelente gestión de una mujer profesional de la medicina junto con su equipo de trabajo, logramos salir airosos de esta situación.
Los otros precandidatos, todavía están en el proceso de oficializarse ya sea a través de diferentes partidos o por la libre postulación. Lo cierto es que Panamá necesita un presidente con vasta experiencia, con propósito de una buena gestión y, sobre todo, con un liderazgo a toda madre. Tenemos un panorama bastante incierto. Por eso es importante conocer “de qué púlpito sale la prédica”.
La autora es arquitecta.
