Al iniciar un año nuevo siempre es propicio mirar como Janus para atrás y hacia delante. Así que desde mi perspectiva como latino y defensor de las libertades individuales, es bueno hacer una vuelta rápida por el vecindario para ver qué hay en el panorama para sentirse optimista o sentarse a llorar.
Ya la conversación no gira en torno a la izquierda o la derecha, sino que debemos aspirar a tener una sociedad que respeta los derechos del individuo y no un Estado que con el pasar del tiempo se apropia más y más de nuestra libertad a elegir nuestra hoja de ruta como individuo en búsqueda de la superación.
La vuelta desde mi perspectiva debe empezar en Argentina con la improbable victoria electoral de Javier Milei. ¿Quién se hubiera imaginado que en la tierra de Perón ganaría un individuo que con la motosierra quiere desmantelar el Estado y devolverlo a lo que fue ese país en los tiempos de Alberdi?
¿Será que para lograr cambios tienes que llegar a tener un país con 150% de inflación, pobreza del 40% y cero posibilidades de más préstamos internacionales? La juventud de Argentina propulsó un candidato que habla con facilidad de Adam Smith, Murray Rothbard y el anarco capitalismo. ¡Que lo parió! Falta ver ahora si en el congreso logra reunir la coalición para que su proyecto empiece.
Al otro extremo del continente, tenemos a AMLO con sus discursos matutinos hablando de abrazos y no balazos mientras los carteles se ríen. El fenómeno de “nearshoring” es una realidad post covid y las últimas cifras indican que México es el país con la mayor exportación a los Estados Unidos por encima de China. Las multinacionales apuestan por la geografía por encima del caos. Vienen elecciones este año. ¿Habrá cambios? Stay tuned.
El fenómeno Bukele está causando mucha bulla en las redes y el presidente con justificado orgullo se jacta de que el país ha pasado de una tasa de 106 homicidios por cada 100 mil habitantes en el 2015 a 3 homicidios por cada 100 mil en el 2023. Si logras seguridad y la gente se siente confiada tendrás crecimiento y las cifras lo reflejan. También ayuda tener un equipo experto en comunicación, como lo demuestra la joya propagandística de video resumen de 2023 que subió recientemente a su cuenta de Twitter.
A Gustavo Petro, el primer presidente de izquierda en Colombia, no le ha ido muy bien en la medida que su nivel de aceptación se ha visto mermada por los escándalos asociados con la dudosa financiación de su campaña electoral. En encuestas recientes, su nivel de aceptación anda por apenas el 26% que la aprueba después de 18 meses en el poder y un 66% que desaprueba su gestión.
¿Nicolás Maduro? Venezuela cerró con una inflación por encima del 200%, la mayor del planeta seguido por Líbano y Argentina.
En Ecuador tenemos a un gobierno caretaker de apenas 18 meses para terminar el periodo de Guillermo Lasso. El hecho de que el electorado haya escogido a Daniel Noboa, un joven empresario sobre el delfín del prófugo Rafael Correa es alentador, pero con los sucesos del pasado 9 de enero la pregunta es si podrá tener el éxito en la lucha contra las pandillas como su inspiración Bukele lo tuvo.
La racha de “mala suerte” de izquierdistas en el poder sigue con el joven Gabriel Boric en Chile quien, después de tan solo un año y meses en el poder tiene un índice de aprobación de apenas el 27%. “Estamos peor en delincuencia (93%) violencia (90%), situación económica (75%), calidad de la política (73%), pobreza (71%)” fueron los resultados en una reciente encuesta. Y pensar que estuvieron una vez en el umbral de un país desarrollado.
Después de esta vuelta rápida por el hemisferio regresamos a nuestro país en vísperas de elecciones en apenas unos cuatro meses. Con un panorama complicadísimo producto de desastres naturales y políticos nos toca decidir quién manejará el timón de la nación. ¿Por qué elegir a alguien que promueve “más Estado” cuando a duras penas pueden con los baches de las principales avenidas de la capital? Son tiempos para meditar muy detenidamente.
El autor es miembro de la Fundación Libertad
