Al no lograrse el propósito de fusionarse los 3 candidatos de libre postulación como lo esperábamos nosotros, el 1.4 millones de independientes, por supuesto mejoró las ventajas de partidos políticos en la contienda. Al mismo tiempo, se desvanecen las esperanzas de una asamblea constituyente paralela.
Según nuestros maestros del Estado Mayor de la Guardia Nacional, en 1983, hace 36 años que dispusimos, junto con el expresidente Ricardo De la Espriella y el expresidente Arnulfo Arias, democratizar la Constitución actual de 1972, entonces señalada como autocrática y militarista. Nos explicaban en materia constitucional nuestros ilustres maestros inolvidables, don José Issac Fábrega, Julio Linares, Juan Materno Vázquez, don César Quintero, Jorge Fábrega Ponce, Rolando Murgas, Humberto Ricord, Edgardo Molino Mola y Miguel Antonio Bernal que las constituyentes paralelas son el método no clásico del modernismo constitucional, más rápido y seguro para estructurar cambios profundos o redactar una nueva Constitución...”. Bajo la Supervisión del Estado de derecho y manteniendo el orden público garantizado, siempre que ese mismo Estado de derecho no permita injerencias de los tres órganos del Estado.
Solo el Tribunal Electoral, explicaban nuestros maestros, debe servir de orientador y custodio de la delicada labor de la constituyente paralela. En el preciso momento en que la constituyente presenta su proyecto final de una nueva Constitución, esta asamblea se extingue y se inicia el proceso de llamado a un referéndum”.
Vale decir que la situación actual es que uno de los partidos grandes ganó las elecciones, y que seguirán en el remolque destartalado cargado de nuestra incapacidad política, indecisiones y demagogias que se vinculan a los eufemismos constitucionales que hemos arrastrado durante 116 años de vida republicana.
Tal cual están redactados en nuestra Constitución, los artículos 313 y 314, existen diferencias sustanciales de los métodos y resultados de las reformas constitucionales. Para beneficio del nuevo presidente surgido el 5 de mayo, explico dichas diferencias: el Art. 313 introduce cambios mediante dos asambleas o dos legislaturas, “no producen una nueva Constitución y mucho menos cambian el nombre de esta, quedando como otra reforma a la Constitución de 1972”.
Sin embargo, es el artículo 314, mediante la asamblea constituyente paralela y con un referéndum posterior que ratifique el proyecto de Constitución, el único procedimiento que sí cambia la Constitución y le da origen a un nuevo texto con nombre propio, diferente a la vigente de 1972”.
Fue lamentable que los candidatos Ricardo Lombana y Ana Matilde Gómez no lograran capitalizar el “Beu Geste” político del candidato don Marco Ameglio, (tremendo caballero este y hace honor a la estirpe de su abuelo don Pedro Ameglio, a quien conocí siendo yo subteniente de la Guardia Nacional), de presentarse los tres independientes ante el electorado con un Frente Patriótico Independiente, no se logró. Ellos pensaron que ganaban solos el domingo 5, y hoy ya queda claro que las urnas hablaron, y que cada uno se puso la soga al cuello y fueron sus propios verdugos. En la noche del domingo 5 de mayo, el PRD y su candidato Laurentino Cortizo ganaron las elecciones. Sucedió lo que tenía que suceder, cientos de miles de votantes independientes, al observar la desunión de Ameglio, Gómez y Lombana, para no desperdiciar sus votos o la política electoral de voto útil, decidieron votar unos por Cortizo, otros, la mayoría de estos por Roux y muchos más se quedaron en casa.
El lunes 6 en la mañana pude ver y escuchar el mensaje a la nación del virtual presidente Laurentino Cortizo. Fue un mensaje excelente, sobre todo por conciliador, armonioso y vende mucha esperanza hacia la nueva república.
También debo expresar que, a mi juicio, los siete candidatos eran muy buenos e idóneos, incluyendo a los vicepresidentes, candidatos de lujo, “aunque desaprovechados”. Por lo general, todos los que triunfan en comicios de esta jerarquía envían luego mensajes del mismo calado y trascendencia.
Tengo mis reservas al respecto hoy, aunque quisiera aplaudirle en el mañana inmediato, debemos esperar su capacidad de maniobra y, sobre todo, la conciencia profunda y sagrada de un verdadero torrijista. Que se pregunte en la soledad el señor presidente Laurentino Cortizo, empinado desde el sepulcro de sus ancestros, ¿como actuaría Omar Torrijos hoy en este tema constitucional, con el embuste de los que le soplan al oído; o con el corazón y la patria? “Uniendo Fuerzas”, ¿cuáles fuerzas, señor presidente, si está evadiendo el referéndum y el artículo constitucional 314. Le sugiero examinar el estilo del presidente de México, López Obrador... consulta permanente con su pueblo, incluyendo la élite de la sociedad; pero no la consulta solo con la élite de espalda a su pueblo.
El autor es general retirado de la Guardia Nacional.