La importancia de llamarse Baloísa. Sobresalen su verticalidad y ese nombre de variedad de tulipán. C4, ella oxigena una administración de justicia que languidece desde antes del covid-19. Y su gestión encaja en la era de las mujeres al frente del Órgano Judicial.
Fue su mamá, educadora, quien la nombró flor y adicionó el nombre propio, Enereida, a la nena que se crió entre los municipios de Remedios y San Félix, estudió su bachillerato en la comunidad playera de Las Lajas y la licenciatura en Derecho en una entidad regional privada en la ciudad de David.
Pudiera ser de Harvard, Yale o la Universidad de Panamá, ya que es estudiosa desde niña y, al ser la menor, aprendió la ciencia y mañas de sus hermanos mayores. Evangélica, es apegada a la fe y se sabe que durante años se ha estado actualizando en la materia anticorrupción. Despachó rápido los recursos interpuestos por defensores de acusados en ese juicio del siglo sobre el coimerío de gobernantes del patio -incluso dos expresidentes- en relación a la firma constructora Odebrecht. Internet de alta velocidad también ayuda.
Los ensayos de este megaconcierto los celebró la flor tulipán en los juzgados municipales de Horconcitos y Dolega, y se afirma que magistrado Castillo (¿Asunción?) es importante referencia profesional para ella.
Magistrada Baloísa solo está en la ronda eliminatoria de esta copa de la justicia. ¿Llegará a imputar a las decenas de enjuiciados? Incógnita en patria tan amada donde la impunidad se regordea.
Hemos avanzado y el juicio continúa.
La importancia de llamarse Camilo. C3 y de ascendencia barbadiense, Camilo Alleyne es prominente científico patrio que estuvo a pocos votos de ser el director de una de las organizaciones sanitarias más prestigiosas: la Organización Panamericana de la Salud, fundada en 1902 por diez Estados y que hoy suma casi 40.
¿Cómo se logra ese puesto? Con mucho cabildeo. Como la internacionalización del statu colonial, que desembocó en el proceso de descolonización pactado por Panamá y Estados Unidos en 1977.
Un desafío tipo Camilo, acostumbrado a arquear la ciencia en el fascinante y estresante mundo de un fertilista, en el que se requiere mucha precisión y que todos los astros jueguen a favor. Es emprendedor por naturaleza y en su currículum está el ser pionero en la fecundación in vitro en Centroamérica y el Caribe. ¿Dónde anda ese beneficiario? Si lo ven, me lo saludan.
Alleyne es activo en la política y ha aspirado dentro del perredé a presidirlo y a ser candidato presidencial.
Con esas herramientas, se enfrentó a otros 5 candidatos de igual cantidad de Estados de la OPS y lo derrotó por 5 votos (21 a 16) Jarbas Barbosa, de Brasil. Compitieron también en cuatro rondas postulados de México, Haití, Colombia y Uruguay.
Un impulso mayor en el cabildeo pudo haber llevado a Alleyne y Panamá a semejante puesto de una organización que está cumpliendo 120 años el próximo 2 de diciembre. Ha tenido logros históricos en bienestar y salud, incluso contribuyó en sus inicios a afrontar los brotes de fiebre amarilla y malaria que impedían el avance de la construcción del Canal, inaugurado en 1914.
Barbosa es el subdirector de la OPS y tomará posesión por 5 años como director en febrero próximo. Brasil es uno de los países americanos con peor manejo de la pandemia de covid. Tiene 212 millones de habitantes, 2% de la población mundial, y de los óbitos por covid, el 10% corresponden a ese Estado (700 mil). El desempeño de Panamá ha sido encomiable. No hablo de la rendición de cuentas ni de las denuncias de vacunación clandestina.


