La pandemia de covid-19 dejó en evidencia numerosas inequidades dentro del sistema de educación superior en Panamá. Esto generó cambios significativos en la metodología de enseñanza, que ha evolucionado hacia modalidades presenciales, virtuales e híbridas.
Entre 2023 y 2024 se llevó a cabo la investigación De lo virtual a lo presencial: una aproximación a la realidad del alumnado universitario del sistema público en la región central de Panamá, mediante 654 encuestas a estudiantes y 93 entrevistas a docentes y administrativos de los Centros Regionales de la Universidad de Panamá en Coclé, Veraguas y Azuero. Aunque la muestra no fue intencional ni probabilística, se procuró que fuera lo más representativa posible.
La investigación reveló que la matrícula de estos centros educativos subió más de 27% entre 2020 y 2023 en los tres centros mencionados. La directriz inicial de retornar completamente a la enseñanza presencial no ha podido ser cumplida debido a la falta de infraestructura adecuada y las limitaciones económicas de los estudiantes para equiparse tecnológicamente. Esto ha llevado a adoptar una modalidad mixta, combinando clases presenciales y virtuales para responder a la creciente demanda estudiantil.
En esta modalidad mixta, casi todos los profesores (cerca de 90%) están trabajando con computadoras mientras la mayoría de los estudiantes (66%) lo hacen desde sus celulares. Esto puede perjudicar el nivel de aprendizaje asociado, como lo señalan estudios anteriores.
Asimismo, los estudiantes destinan en promedio B/. 20.00 mensuales para asegurar su conexión a internet a través de datos móviles. Sin embargo, los frecuentes cortes de energía en la región complican aún más el aprendizaje virtual, afectando la continuidad del proceso educativo.
Otro aspecto preocupante es la ausencia de una evaluación sistemática que permita medir qué se está aprendiendo y cómo se está desarrollando el proceso educativo. Esto puede limitar la efectividad de las estrategias pedagógicas implementadas, dificulta la medición de la calidad del aprendizaje y afecta la capacidad de adaptación y mejora continua en el entorno virtual.
Estos resultados deben ser considerados al diseñar políticas públicas para los centros regionales universitarios, que albergan cerca del 45% de la población estudiantil de la Universidad de Panamá, la principal institución de educación superior del país, cuyos centros operan con presupuestos muy limitados y enfrentan múltiples desafíos estructurales.
Las autoras son investigadora del Centro de Investigación Educativa de Panamá, y antropóloga, bióloga humana y profesora del Centro Regional Universitario de Coclé de la Universidad de Panamá, respectivamente, e integrantes de Ciencia en Panamá.


