El 9 de enero: un compromiso intergeneracional



¿Darías tu vida por defender la soberanía nacional? Unos jóvenes estudiantes de escuela secundaria estuvieron dispuestos a hacerlo por defender nuestro territorio, nuestra bandera y lo que simboliza. En un contexto de tensiones geopolíticas, la firmeza de la juventud panameña resonó como un llamado urgente a luchar por nuestra soberanía.

Aquel 9 de enero de 1964 estudiantes panameños decidieron hacer valer lo convenido en los acuerdos Chiari-Kennedy: izar la bandera panameña junto a la estadounidense en la Zona del Canal.

Los institutores recibieron abucheos, insultos y enfrentaron agresiones físicas por parte de los residentes de la Zona del Canal (“zonians”). Al conocerse la noticia, el pueblo panameño se agrupó en el límite de la Zona y se desató un enfrentamiento violento entre “zonians” y panameños. Con un trágico saldo de 21 panameños fallecidos, un gran número de heridos y el ultraje al pabellón nacional, este acontecimiento provocó la ruptura de las relaciones diplomáticas de Panamá con Estados Unidos. Lo ocurrido fue el catalizador para el inicio de las negociaciones que devendrían en la firma de los Tratados Torrijos-Carter, que establecieron la devolución gradual del Canal de Panamá y de sus zonas aledañas, posibilitando que Panamá fuera soberana en todo su territorio nacional. De manera similar a cómo hace 60 años, el incumplimiento de lo pactado en el acuerdo Chiari-Kennedy representó la gota que rebosó el vaso y encendió un clamor nacional que buscaba luchar por la soberanía en todo el territorio nacional, un nuevo clamor se ha hecho evidente entre los panameños. Las manifestaciones contra el Contrato Ley 406 trascendían la oposición a la minería a cielo abierto en nuestro bosque tropical y expresaban una creciente disconformidad frente a decisiones de nuestros gobernantes que inciden en nuestro presente y futuro y una exigencia ciudadana de honrar nuestra Carta Magna. También son muestras de hastío del pueblo panameño ante la falta de transparencia, conflictos de interés, injusticias y opacidad.

La cúspide de este sentimiento nacional se verá manifestada en las próximas elecciones. Estoy convencida de que los panameños seremos exigentes en estas próximas elecciones pues no podemos olvidar el Panamá que merecemos.

La lucha de los mártires fue por la soberanía: la nuestra debe ser por proteger la democracia, por exigir más y mejor educación, por el progreso de la nación y por el futuro de nuestros niños y jóvenes. Ser soberanos abarca más que la libertad que tenemos para tomar decisiones políticas con independencia, también se trata de la responsabilidad de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Eligiendo con sabiduría a nuestros líderes y votando a conciencia también defendemos nuestra soberanía.

Conmemorar el 9 de enero no se trata de asistir a una marcha o a un acto conmemorativo. Es conocer la historia y comprometerse a honrar a los héroes del 9 de enero. Sin el movimiento de aquel día, hoy el Canal no estaría en manos panameñas, nuestra bandera no ondearía en el Cerro Ancón y no seríamos plenamente soberanos. Nuestro agradecimiento debe manifestarse haciendo Patria, siendo buenos ciudadanos, cumpliendo las leyes, actuando congruentemente y preocupándonos por el acontecer nacional.

Tomemos un momento para admirar la valentía de aquellos jóvenes y propongámonos hacer Patria. Rememorar a los mártires también se logra siendo trabajadores, como aquella señora que día a día se esfuerza por llevar el pan a su casa honradamente; siendo responsables y resilientes como aquel estudiante que madruga porque quiere un futuro mejor; y siendo íntegros, como todas las personas que sabemos que el famoso “juega vivo” y el “¿qué hay pa’ mí?” carcomen nuestra sociedad.

Recordemos que, con nuestras pequeñas decisiones del día a día, tenemos la oportunidad de hacer grande a Panamá; de ser ejemplo para los niños y jóvenes y darles la oportunidad de soñar con un futuro mejor. Las acciones de los mártires plantaron las semillas de una responsabilidad compartida. Es hora de que nos preguntemos: ¿qué representa para mí esta tierra canalera? Seguro anhelas verla mejor, más justa y equitativa. Te corresponde a ti también ser un héroe. Ahora pregúntate: ¿Qué estás dispuesto a hacer para defender el legado de los héroes del 9 de enero?

El autor es egresada del LLAC 2020 y miembro de Jóvenes Unidos por la Educación



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