La Conquista del Atlántico, fue una iniciativa del general Omar Torrijos en la década de 1970, para abrir al desarrollo agrícola las tierras ubicadas en la vertiente atlántica del país. Antes de que existieran parques nacionales y previo a la creación de la comarca Ngäbe-Buglé, los grandes bosques del Atlántico panameño eran vistos como una forma de disminuir la tensión causada por el campesinado sin tierras de las provincias centrales.
A la muerte de Torrijos en 1981, sólo se alcanzó ampliar la frontera agrícola en Portobelo, Coclesito, Ciudad Romero, e iniciar la carretera en el norte de Veraguas. Sucesivos gobiernos civiles como el de Martín Torrijos y Juan Carlos Varela, relanzaron la conquista del Atlántico con sendas carreteras que alcanzaron a la comarca de Guna Yala y que finalmente tocó el Calovébora verágüense.
Ahora, en la propuesta del nuevo Contrato Ley entre el Estado y Minera Panamá S.A., la conquista del Atlántico hace su reaparición. En la cláusula trigésima novena del contrato, cuando el Estado se compromete a distribuir los ingresos que le produzca la minería, se le asigna un 25% de los fondos a un llamado “Fideicomiso Conquista del Atlántico”. Esa misma cláusula determina que ese fideicomiso se usará en beneficio de los distritos de Donoso y Omar Torrijos en la provincia de Colón, y otras áreas colindantes a la concesión minera. Esto equivale a 93.75 millones de dólares al año, que en 40 años de duración del contrato equivaldrían a 3 mil 750 millones de dólares.
En la misma cláusula trigésima novena se establecen en orden jerárquico los 12 usos que pueden tener los fondos del fideicomiso: Electrificación, potabilizadoras y acueductos rurales; carreteras y caminos; zarzos, vados y puentes; puestos y centros de salud; hospitales; CAIPIS, escuelas, colegios; infraestructuras deportivas; aeródromos; muelles comunitarios; proyectos de vivienda comunitarios e internet para todos.
En la cláusula cuadragésima primera se establece que el fideicomiso será regido por una junta directiva compuesta por 7 personas: 4 serán designadas por el Órgano Ejecutivo, a la que se unirán el diputado del circuito electoral en el que está la concesión minera, y los alcaldes de los distritos de Donoso y Omar Torrijos. Los primeros designados por el Órgano Ejecutivo tendrán un periodo escalonado de 4, 5, 6 y 7 años, y una vez cumplidos estos términos, los nuevos representantes del Ejecutivo tendrán un término de funciones de 7 años. Se estableció que la Contraloría General de la República supervisará el uso de estos fondos.
Al 1 de julio de 2020, cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censo indican que el distrito de Donoso tiene 12 mil 166 habitantes, mientras que el distrito Omar Torrijos tiene un total de 2 mil 789 habitantes. Dividir 93.75 millones de dólares entre estos dos distritos, con una junta directiva dominada por políticos, es una clara invitación al clientelismo, al despilfarro y a la creación de dinastías políticas de funcionarios electos que se mantendrían en el poder a costa del control del Fideicomiso Conquista del Atlántico. Para un pequeño grupo de políticos ese fideicomiso será su propia mina de oro.