Mientras la Comisión de Trabajo, Salud y Desarrollo Social avanza en el proceso de audiencia pública de las personas y entidades que se anotaron para opinar sobre las reformas a la Ley Orgánica de la Caja de seguro Social (CSS), para todos los actores de este drama, el término fatal del 31 de diciembre, somete esta importante propuesta del gobierno del presidente José Raúl Mulino a una tensión que aumenta cada día.
La Asamblea Nacional determinó un cronograma para la consideración del proyecto de Ley 163 que reforma la Ley Orgánica de la CSS, y transforma los dos subsistemas de jubilaciones de la institución en un solo subsistema híbrido que combina solidaridad con cuentas individuales.
El cronograma
De acuerdo con la propia Asamblea Nacional, la etapa de participación de la ciudadanía concluiría el próximo 11 de diciembre, luego de lo cual se realizaría una gira nacional para dar a conocer el proyecto de ley 163. Concluida esta gira el 18 de diciembre, la Comisión de Trabajo, Salud y Desarrollo Social debería realizar el primer debate del proyecto de ley 163.
Suponiendo, que este primer debate se realizara los días jueves 19 y viernes 20 de diciembre, el segundo debate tendría solo cinco días hábiles: 23, 24, 26, 27 y 30 de diciembre, para luego ser aprobado en tercer debate el 31 de diciembre. Si se habilitan los dos fines de semana disponibles, se podrían agregar otros cuatro días para la discusión en segundo debate. Considerando que es factible que las distintas bancadas, así como cada diputado soliciten aclaraciones, requieran la presencia de invitados especiales y disparen su ocasional discurso de barricada, existe la posibilidad de que incluso habilitando fines de semana no alcance el tiempo para un segundo debate que promete ser controvertido.
Es sumamente posible que dentro de ese segundo debate, se acuerden concesiones o se acepten nuevas condiciones, que pueden impactar la dinámica de la discusión, ya que son probables los recesos para facilitar negociaciones o compilar nueva información para su debida consideración por la Asamblea Nacional.
Los escenarios
Los diputado que integran la Comisión de Trabajo, Salud y Desarrollo Social son nueve y sus nombres y bancadas son: Alain Cedeño (RM), Yarelys Rodríguez (Vamos), Carlos Tito Afú (CD), Ronald De Gracia (RM), Crispiano Adames (PRD), Jaime Edgardo Vargas (PRD), Manuel Cheng Peñalba (Vamos), Miguel Ángel Campos (Vamos), Edwin Vergara (Panameñista).
En principio, la bancada de gobierno compuesta por CD y RM tiene tres votos y necesitan solo dos más de los seis que quedan para pasar el primer debate. Esto hace pensar que la mayor dificultad estará en el segundo debate. Si la bancada de Vamos y la bancada del PRD se oponen en el primer debate, esto sería el fin del proyecto de ley 163.
El primer factor a superar es el de la escasez de tiempo. Una fórmula para flexibilizar este límite sería la de realizar una gira nacional abreviada, después del 11 de diciembre, de forma tal que el lunes 16 de diciembre se pudiera dar el primer debate al proyecto de ley 163. Manteniendo la suposición inicial de dos días para este debate, (16 y 17 de diciembre), el miércoles 18 podría iniciar el segundo debate. Si se habilita el fin de semana, esto le daría 10 días calendario al segundo debate, por lo que este podría terminar el lunes 30 de diciembre y así permitir la votación para el tercer debate el martes 31.
El principal condicionante de esta dinámica es el entorno político en el cual se discute este proyecto de ley. De momento hay paz social en el país y salvo un segmento muy pequeño de la Universidad de Panamá, no ha habido protestas que impacten la convivencia. Por supuesto, que no hay garantía alguna de que este clima social se mantenga así. Sobre todo, dado que los debates legislativos se darían durante la segunda quincena del mes de diciembre, cuando ya existe un tráfico pesado por las compras navideñas, es factible considerar algún nivel de protesta por parte de algunos sindicatos y grupos afines. Estas protestas tendrían como principal objetivo incidir sobre el comportamiento de la Asamblea Nacional, dilatar el debate, y evitar la aprobación del proyecto de ley 163.
Los planes “B”
El gobierno del presidente Mulino lleva adelante su propuesta de reforma de la CSS esencialmente en un solo teatro de acción: la Asamblea Nacional. Por muy completo que sea el proyecto de ley 163, sus propuestas son controvertidas y aspiran a realizar cambios fundamentales al sistema de pensiones panameño, lo que no necesariamente es de agrado de todos los sectores, y debido al alto grado técnico de los planteamientos, existe confusión sobre el contenido de las propias reformas.
Ante esta realidad, se presentan tres opciones viables. La primera es mantener el curso a la espera de que los diputados necesarios se sumen en el primer debate y en los dos posteriores. Esto posiblemente requerirá de algún grado de negociación que bien pudiera ser táctica, nombramientos a cambios de votos, o pudiera ser estratégica, acciones de políticas públicas a cambio de respaldo.
La segunda opción es la de sumar aliados y apoyos extra-legislativos al proyecto de ley 163. Por ejemplo, este proyecto propone que se ajusten las jubilaciones de acuerdo al aumento del costo de la vida a partir del año 2029. Si el gobierno Mulino modificara esta propuesta para que los ajustes se den a partir del año 2025, sería más factible sumar colectivos de jubilados y pensionados a favor de la reforma. Otras modificaciones posibles son variaciones de esta línea argumental.
Sin embargo, la falta de tiempo sigue siendo el mayor riesgo para el proyecto de ley 163. Es muy fácil que el proyecto de ley se estanque en el primer debate, o que la Comisión de Trabajo, Salud y Desarrollo Social requiera de muchos días para aprobar el proyecto en primer debate; todo lo cual haría sumamente delicado el segundo debate. Ante esta posibilidad, el Órgano Ejecutivo podría considerar un proyecto de ley relámpago para proponer una mini-reforma de la Ley 51 de 2005, que le permita al subsistema mixto aumentar la porción de sus inversiones en bonos del Estado panameño, para efectos de hacer una triangulación.
Así, el subsistema mixto, que cuenta con miles de millones de dólares en reservas, le compraría bonos al Estado, para que éste deposite en el subsistema de beneficio definido fondos suficientes para cubrir el déficit actuarial del año 2025. El Estado le deberá pagar al subsistema mixto los intereses y el capital de esos bonos en el periodo pactado, mientras el subsistema de beneficio definido tendría dinero suficiente para evitar caer en insolvencia, lo que le daría más tiempo a todos los actores para hacer más docencia, más divulgación, y alinear todos los astros para tener la mejor reforma de la CSS. Así se evitaría que lo urgente se coma a lo importante. En todo caso el calendario será el árbitro que decida la acción que tomará el gobierno.