La gigantesca acción popular contra el contrato ley 406 ha sido una larga y extensa lucha épica. Costo, sufrimiento, Policía incompetente y coimera, muertos, rezago escolar, heridos, transportistas ladrones, cientos de lesionados, golpeados, la producción y el comercio arruinados, acuerdos, desacuerdos, experimentados por cientos de miles de panameños.
Esta pérdida solamente podrá ser compensada y se hará justicia cuando se produzca el rescate ecológico de la mina y áreas circundantes, cuando la compañía pague por ese rescate y los responsables del gigantesco desastre a la naturaleza por acción y omisión del gobierno, partidos políticos y servicios públicos estén en la cárcel y hayan resarcido al país con su patrimonio mal habido. Solo entonces podremos decir que la mina se ha cerrado. Antes, habremos sufrido y nos habremos engañado a nosotros mismos. La mina se cierra, no se abandona como ha pasado con tantas otras, bajo la complacencia de autoridades incompetentes y corruptas.
Los términos del cierre tienen que ser dictado por el Estado panameño, siguiendo parámetros técnicos, económicos y jurídicos por equipos técnica y moralmente solventes que tengan los criterios fundamentados moralmente. El esfuerzo debe ser parte de un proyecto de fumigación moral del país y desmantelamiento de los planes de ataque y de huida impune de un Estado dedicado a robar. Nada de “mesas de trabajo”, que son mesas de dos patas. Nada de “diálogos de trabajo”, que son monólogos entre la soga y el ahorcado. Nada de “comisiones intersectoriales”, que son mercados para negociar ventajas sectoriales.
En estos equipos para el cierre de la mina no deben participar:
1- Individuos que sean miembros o que antes y ahora hayan participado en las funciones de desgobiernos y ladrones que han saqueado al país, en representación del Partido Revolucionario Democrático, Movimiento Liberal Republicano Nacionalista, Cambio Democrático, Realizando Metas, Partido Popular, País y Partido Panameñista ni seudo grupos políticos de títeres como Olmedo Arrocha, Maribel Gordón y Zulay Rodríguez. Queda al beneficio de la duda el partido Otro Camino, que tiene una actividad de denuncia moral, pero que carece de planes de construcción y reconstrucción del país, que se conozcan. Desde el primer día se ha opuesto al contrato 406, a diferencia de seudo partidos cínicos y oportunistas que justo en el día de hoy se han pronunciado al respecto.
2- Cuidado con buscar a los genios que idearon el Artículo 277 de la Constitución de 1972 que convirtió a Omar Torrijos en el Calígula o Atila de Panamá.
3- Ni organizaciones empresariales que apoyaron la Ley 406: Cámara Minera, Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa, Consejo Nacional de la Empresa Privada, Colegio Nacional de Abogados y otros.
4- Estudios de servicios jurídicos y profesionales diversos que han representado intereses lesivos y antagónicos a la ciudadanía en general.
Será un proceso difícil, costoso, complicado, demorado, aunque venía de otras administraciones. Después del cierre, la reconstrucción. Mucho más de lo que tomó a Laurentino Cortizo y su combo recoger los maletinazos, según la sospecha popular y tratar de imponernos su engendro maldito 406. Por eso y por su incompetencia y cobardía de esos miserables para hacer frente a la crisis, tienen que pagar en la cárcel y con su patrimonio. Esa es la etapa final del cierre.
El autor es ciudadano