El despilfarro de los recursos públicos



Con la rebaja de la clasificación de los bonos de la República de Panamá de grado inversión a bonos basura el pasado 28 de marzo por parte de la calificadora Fitch International, estamos cerrando un quinquenio donde los gestores de la cosa pública nos dejan un país totalmente endeudado, con poca capacidad de maniobra fiscal, con artificios contables y legales para esconder los números reales del gobierno en déficits y empleomanía, con un pasivo contingente enorme por el cierre abrupto de la mina, y donde no atendimos ningún problema estructural como el seguro social, el mejoramiento de la educación y otros.

Para poner en perspectiva lo que ha pasado en este quinquenio, quiero hacer unos comentarios pertinentes:

  • Deuda Pública. Hay que entender que la deuda pública no crece por arte de magia; es producto del faltante de recursos para sufragar los gastos corrientes y de inversión del Estado. Es decir, tenemos más gastos que ingresos en el arca total del país. En los ingresos ya están metidos los dividendos de la ACP, las contribuciones de Minera Panamá, regalías de puertos, etc. Me atrevería a decir que estos ingresos suman más de $2,700 a $3,000 millones por año y con todo esto tuvimos déficits.

  • Para cubrir este déficit en una economía dolarizada como Panamá, el país recurre a la emisión de deuda en los mercados internacionales. La República de Panamá ha duplicado la deuda de $25,000 millones a casi $50,000 millones con las emisiones en este quinquenio. En promedio son $5,000 millones por año. En un país con Banco Central y moneda propia, lo que hacen los políticos de los gobiernos es instruir al Banco Central que imprima dinero nuevo para cubrir el déficit, y se crea la famosa inflación como en Argentina que el año pasado tuvo un récord de más de 211.4 % anualizado.

  • La pregunta obvia y necesaria es qué hizo este gobierno con esos recursos de la deuda de $5,000 millones por año. ¿Dónde están esos recursos? ¿Cuántos empleos creó el gobierno nacional? ¿Cuántos nos costaron los subsidios? ¿Cuántos fueron las inversiones públicas? ¿Cuánto de estos gastos o inversión es corrupción disfrazada? El monto es tan grande de $25,000 millones que equivale a 5 expansiones del Canal de Panamá. Esto no se puede dejar pasar y hay que hacer una auditoría urgente en el nuevo gobierno.

  • Artificios financieros. El Gobierno Nacional ha sido muy creativo utilizando métodos poco transparentes para obtener recursos. Voy a mencionar solo algunos:

a. Fondo Ahorro Panamá (FAP). Al final del 2022 se reportó que el Gobierno Nacional retiró $970.2 millones del FAP para sus gastos corrientes. Lo que debía ser un fondo de ahorro nacional se convirtió en otro chanchito de gastos corrientes para el gobierno.

b. Fondo interés preferencial. El Gobierno Nacional ha decidido pagar lo adeudado a los bancos mediante bonos locales a mediano plazo. Es decir, antes los bancos recibían efectivo como reembolso del interés subsidiado en los programas de interés preferencial. El año pasado se emitieron más de $300 millones y este año se emitirán cerca de $651.4 millones. Es decir, son casi $1,000 millones en bonos que emitirá el Gobierno Nacional para saldar estas cuentas. Como las emisiones de deuda no cuentan como parte de déficit, y como no hay recursos en efectivo, esto es simplemente una manera de disfrazar lo que realmente es.

c. Venta de tierra del Gobierno Nacional a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP). Cuando leí que la ACP le había comprado al Gobierno Nacional $500 millones en tierras, no lo entendí. Pensé que se había aprobado un proyecto de expansión de la capacidad de agua del canal, pero no lo he visto. ¿Quizás sea un adelanto para un proyecto futuro? Lo cierto es que el Gobierno Nacional utilizó estos recursos para cubrir sus gastos, es decir el déficit.

d. Si me pongo a sumar los recursos recibidos por el Gobierno Nacional del FAP, Fondo de Interés Preferencial, y de la ACP, estos suman casi $2,500 millones. Esto es aparte de los $25,000 millones de deuda.

Estoy incrédulo por el manejo de la cosa pública en este gobierno. Los panameños no somos unos ignorantes, indolentes y serviles. Las repercusiones al país ya llegaron. Habrá que ver si les llegaran a los que nos gobernaron.

El autor es financista


LAS MÁS LEÍDAS