Existen mitos que se propagan por tradición de “boca en boca”, algunos supuestamente respaldados por sesudos especialistas o estudios que hasta ahora no pasan de ser meros mitos. Uno de estos mitos es el llamado “mito del canal seco”, que afirma que un canal seco sería una seria competencia para el Canal de Panamá o, en su defecto, su punto débil.
Hagamos una breve comparación sin adentrarnos en aspectos matemáticos evidentes debido a limitaciones de espacio. Comparemos la situación de un buque que transporte 4,000 contenedores y llegue a un puerto parte de un canal seco, con el mismo buque con la misma carga transitando por el Canal de Panamá. Recordemos que la carga tiene un punto de origen y un destino, y los canales son simplemente medios para facilitar el transporte de la carga.
En el primer escenario, el buque de carga llega a un puerto para descargar sus 4,000 contenedores, que luego deben ser enviados por tierra a su destino final. Este proceso involucra varios pasos, atraque y espera: El buque debe esperar su turno para atracar en el puerto, lo que puede llevar tiempo según la congestión portuaria y la disponibilidad de muelles. Operaciones de descarga: Una vez atracado, comienzan las operaciones de descarga de los contenedores, que implican el uso de grúas, equipos de carga y descarga, y personal de estiba. Dependiendo del tamaño del buque y la eficiencia del puerto, la descarga puede llevar varios días. Almacenamiento temporal: Los contenedores descargados se almacenan temporalmente en el puerto antes de ser transferidos a camiones o trenes para su distribución.
Esto puede agregar más tiempo, especialmente si el puerto no tiene suficiente capacidad de almacenamiento. Distribución terrestre: Una vez que los contenedores están listos para el transporte, deben cargarse en camiones o trenes y luego transportarse a su destino final. La duración de este proceso depende de la distancia y la eficiencia del sistema de transporte terrestre. Si involucra otro puerto, los contenedores deben ser enviados allí para cargarlos en otro buque, lo que añade más tiempo debido al transporte interno y las operaciones de carga en el segundo puerto.
En total, este proceso puede llevar varias semanas o incluso meses, según la distancia y la complejidad de la logística involucrada.
En el segundo escenario, el buque atraviesa el Canal de Panamá con los 4,000 contenedores sin necesidad de descargar, lo que resulta en un proceso más eficiente en términos de tiempo y logística. Llegada al Canal de Panamá: El buque llega al Canal y se prepara para el tránsito a través de las esclusas correspondientes. Tránsito a través del Canal: El buque atraviesa el Canal de Panamá sin necesidad de descargar su carga. Este proceso de tránsito puede tomar aproximadamente de 8 a 10 horas, dependiendo de las condiciones y la eficiencia del canal. Salida del Canal de Panamá: Una vez que el buque ha cruzado el canal, continúa su ruta hacia el puerto de destino final o hacia otro destino si es necesario.
En este escenario, el tiempo de tránsito a través del Canal de Panamá es significativamente menor en comparación con la opción de descargar en un puerto y luego enviar por tierra o enviar a otro puerto para cargar en otro buque. Esto puede resultar en un ahorro considerable de tiempo y costos logísticos.
Como dirían en un conocido programa televisivo, el mito es falso.
El autor es escritor y máster en Administración industrial