El informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre el sistema de pensiones panameño (septiembre de 2022) señala a la informalidad laboral como una causa fundamental de la debacle financiera del Programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la Caja del Seguro Social (CSS).
¿Qué es el empleo informal?
La informalidad, a menudo asociada con la buhonería y actividades de subsistencia, es definida por la OIT como “empleo no protegido”. Un informe de la Dirección de Análisis Económico y Social del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), publicado en septiembre de 2015 bajo el título de “El Trabajo Informal en Panamá” (página 10), especifica cinco colectivos: 1. Empleados de empresa privada sin contrato de trabajo, 2. Trabajadores por cuenta propia, 3. Patronos cuyas empresas cuentan con menos de cinco empleados, 4. Personas que prestan servicio doméstico, y 5. Trabajadores familiares. En otras palabras, todo aquel que no está “emplanillado(a)” en el gobierno o una empresa privada es, por definición, informal. El problema es que solo el 18% de los informales cotiza a la CSS.
Precarización y estatización del empleo
Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), entre agosto de 2013 y agosto de 2023 se perdieron unos 26,000 empleos asalariados del sector privado, pero se agregaron 77,000 funcionarios y 235,000 informales.
Es decir, cada trabajador formal del sector privado que perdió su empleo en esa década fue reemplazado en la economía por tres funcionarios y nueve informales, síntoma de un severo proceso de precarización y estatización laboral, resultado del deterioro del clima para la inversión privada en sectores clave.
Los seis sectores que aportan las dos terceras partes de los empleos a la economía dejaron de ser atractivos para la inversión privada, y en consecuencia, muestran elevados niveles de informalidad laboral.
Estas actividades incluyen Comercio (54% a agosto de 2023), Construcción (73%), Logística (61%), Industria (64%), Turismo (62%) y Otras Actividades de Servicio (87%), niveles muy superiores a la economía (47.4%).
Entre 2013 y 2023 estos sectores, como bloque, generaron 100% de empleo informal.
La pandemia arrasó con el empleo formal privado
Las medidas adoptadas para controlar la covid-19 arrasaron con el empleo formal y asestaron un duro golpe al clima para la inversión privada en sectores que representan la columna vertebral de la generación de empleo en el país.
Según información del INEC, en 2020, el sector privado panameño perdió unos 364,000 empleos formales, el 42% de los más de 873,000 existentes en agosto de 2019.
Adicionalmente, a 284,000 trabajadores privados se les suspendieron sus contratos de trabajo. En el primer año de pandemia, tres de cada cuatro empleos formales del sector privado desaparecieron o fueron suspendidos.
México, con 126 millones de habitantes y 55.5 millones de empleos en 2019, perdió 647,000 empleos formales en 2020. En otras palabras, en el primer año de pandemia, Panamá, con 30 veces menos población y 33 veces menos empleos, perdió más de la mitad de los trabajadores privados formales que perdió México.
La pérdida del grado de inversión complicó el panorama
A estos resultados se agregan las repercusiones económicas y laborales derivadas de la pérdida del grado de inversión de Fitch Ratings, que incluyen:
1. Aumento del 1.5% en la tasa de desempleo como resultado del cierre de la mina (Mitradel, abril de 2024), lo que representa 31,413 empleos perdidos.
2. Colapso de los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED). Según el INEC, en 2023 estos totalizaron $2,014.6 millones, un 30.7% menos que en 2022 y prácticamente la mitad de los $3,921 millones recibidos en 2019.
3. Incremento generalizado de las tasas de interés bancario en créditos de consumo y financiamientos al sector productivo (que genera los empleos) entre enero de 2023 y agosto de 2024, incluyendo +14% en préstamos al comercio y +21% a la industria, dificultando la inversión privada y la generación de empleo.
4. Estancamiento de los financiamientos bancarios al sector privado. Según estadísticas de la Superintendencia de Bancos, los nuevos financiamientos bancarios al sector productivo nacional entre enero y agosto de 2024 han sido $2,640 millones menos que en el mismo período de 2019 (-20%).
5. Incertidumbre laboral. Entre enero y agosto de 2024, Mitradel tramitó 23,625 nuevos contratos laborales por mes, 9,778 (29%) menos que la media mensual del mismo lapso en el año prepandemia (33,403).
En este contexto, urge transmitir confianza de que invertir en Panamá es buen negocio, porque sin inversión privada, la CSS no existe.