El desarrollo portuario en Panamá cobra relevancia nacional e internacional, especialmente tras el reciente anuncio de la venta a Black Rock del conglomerado portuario denominado CK Hutchinson Ports, propietario del 90% de los puertos de Cristóbal y Balboa a través de Panamá Ports Company (PPC).
En este contexto, proponemos un enfoque de largo plazo sobre el desafío que enfrenta Panamá para fortalecer su plataforma logística portuaria del océano Pacífico en consonancia con el Plan Estratégico de Desarrollo Marítimo y Portuario de la República de Panamá, Visión 2040, impulsado por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y la Autoridad Marítima de Panamá (AMP).
Analizamos la viabilidad de desarrollar el puerto de Mensabé vs el puerto de Farfán como parte de esta estrategia, enfocando los aspectos técnicos, logísticos y de costos y beneficios relacionados con estos dos proyectos portuarios que evalúa el gobierno de Panamá, ambos ubicados en el Pacífico panameño.
Panamá, como estado parte de tratados internacionales relacionados con la actividad marítima, tiene la competencia para desarrollar el sector portuario atendiendo las normas recogidas en los instrumentos jurídicos nacionales e internacionales aplicables a esta propuesta.
Panamá, un centro logístico global
Históricamente, Panamá ha sido un punto neurálgico para el comercio marítimo global por su ubicación geoestratégica y la infraestructura del Canal de Panamá, pero para seguir siendo competitivo, el estado panameño tiene que modernizar y expandir su infraestructura portuaria y logística. En esta dirección, el gobierno nacional evalúa el puerto de Mensabé y Farfán. Conociendo las óptimas características de Mensabé, algunos expertos en la industria afirman que este es más viable en lo económico, operativo y estratégico para garantizar la oferta y la demanda de servicios portuarios en los próximos 25/50 años.
La necesidad de generar valor agregado en la logística panameña
En 2020, la Cámara Marítima de Panamá destacó la importancia de generar valor agregado a la carga que transita por el país, dado que el modelo tradicional de tránsito y transbordo ha alcanzado su límite. Panamá debe diversificarse hacia un modelo logístico más sofisticado y descentralizado. Puertos como Singapur y Rotterdam han demostrado cómo un cambio de enfoque, de ser un puerto de transbordo a un centro logístico de valor agregado, ha sido clave para su crecimiento económico.
Estivinson Girón, doctor en economía y reconocido experto en logística, afirma que el puerto de Mensabé es la mejor opción como proyecto nacional, lo cual fundamenta así: “el gobierno panameño enfrenta el desafío de priorizar un mega proyecto portuario para garantizar el futuro logístico del país. Con el objetivo de consolidarse como el hub logístico de las Américas y competir con proyectos emergentes en la región, tales como el puerto de Chancay en Perú, es esencial que las nuevas infraestructuras portuarias cuenten con una profundidad de 18 a 20 metros para albergar mega naves portacontenedores de 18,000 a 24,000 TEUs durante los próximos 25 a 50 años; además de amplio espacio para el desarrollo de parques logísticos de valor agregado lejos de la congestión de las grandes ciudades”.
El puerto de Farfán: retos y desafíos logísticos
El puerto de Farfán, propuesto por la Administración del Canal de Panamá en el pasado, aunque está ubicado en la entrada del Pacífico del Canal de Panamá, tiene desventajas:
Los costos de inversión son elevados debido a la necesidad de dragado en una amplia zona para alcanzar la profundidad necesaria para las mega naves portacontenedores.
La construcción del puerto implicaría grandes gastos en infraestructura y mantenimiento por la ubicación donde se ha propuesto.
A esto se suman los desafíos logísticos derivados de la congestión en la zona metropolitana. La tendencia global en el desarrollo portuario es alejar los puertos de las grandes zonas urbanas para evitar estos problemas.
El puerto de Mensabé: una solución estratégica y sostenible
Ventajas del puerto de Mensabé:
Tiene costos de construcción mucho más bajos, ya que su profundidad natural de 18-20 metros puede albergar mega naves portacontenedores que hoy no llegan a Panamá.
Por la ubicación, evitaría los problemas logísticos de tráfico y ayudaría a contrarrestar el dispar desarrollo económico nacional.
Su integración con el desarrollo de una zona económica especial para la transformación y generación de valor agregado, aunado al aeropuerto de La Candelaria y las actividades marítimas y turísticas del área, permitirán crear una plataforma logística integral optimizada y competitiva.
Esta plataforma podría aprovecharse para fomentar el desarrollo de actividades logísticas multimodales y turísticas, integrando el transporte marítimo y aéreo.
Posibilidad de incentivos fiscales y otras ventajas al sector privado, reduciendo la carga sobre las finanzas públicas, frente a la alta inversión en el puerto de Farfán.
Conectividad y desarrollo regional con el puerto de Mensabé
El puerto de Mensabé descentralizaría las operaciones portuarias en Panamá y aliviaría la congestión cercana al Canal. Su conectividad con otros proyectos portuarios, como la Terminal Portuaria Multipropósito de Aguadulce y la Terminal Marina Multiusos del Puerto del Barú, fortalecerá la competitividad económica nacional del Pacífico. Además, el desarrollo de un corredor multimodal con el Tren Panamá-David Frontera conectaría Panamá con Centroamérica y el Pacífico mexicano.
Conclusión: La propuesta recomendada deja abierta una ruta viable con visión a corto, mediano y largo plazo.
El autor es abogado y licenciado en relaciones internacionales.
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