Espaldón: injusticia y justicia



¿Por qué las personas quieren ejercer el poder? Para evitar que gobiernen otras peores que ellas. Se cierne un castigo sobre los idiotas (quienes se aíslan de la política): ser gobernados por los peores. En un arranque filosófico, Noriega vaticinó, con suficiente antelación: vendrán gobernantes peores.

El bueno no quiere sacar ventaja, pero el malo está en el “juegavivo” y quiere llevarse hasta el cuchillo de la vajilla oficial. (Escribí vajilla: no sea que haga diabluras el corrector).

El de espalda ancha se enfrasca con sus colegas y discípulos en identificar qué es justicia. Justicia y su relación con el poder. Cada cual que haga lo suyo, con excelencia, y que cada uno cumpla su rol. El cocinero, que cocine; el médico, que cure. Esa perenne dualidad y dilema.

En esa relación, ¿dónde se ubica la venganza, la confrontación? ¿Lo bueno para los amigos y lo malo para los enemigos y adversarios? La solución: con la verdad y en pro del bien común. Con los argumentos en la mano, con estatura, sin valladares y pruebas. Evidencia de lo verdadero.

Es Platón, apodo de Aristocles, ateniense nacido en el 427 a. C., época de ebullición de ideas y desafíos, en medio de la guerra del Peloponeso (Atenas vs Esparta). Platón es la palabra del griego antiguo traducible por espaldón o espalda ancha. Así apodó su maestro de lucha y gimnasia al joven aristócrata.

A los 20 años, fichó de maestro al filósofo Sócrates (399 a. C.), cuya muerte le cambió la vida y fue reclutado por la filosofía. Creó la Academia, en honor al héroe Academo. Pionera escuela de educación superior. Alumno de Sócrates y maestro de Aristóteles, Aristocles practicó en el intercambio de ideas el respeto mutuo y la camaradería intelectual.

Lo testimonia su legado escrito: Fedón, El Banquete y Politeia (La República). Diálogos, conversaciones y reflexiones de lucha intelectual por la verdad, la sabiduría y la comprensión de la realidad.

Entender el comportamiento humano, y relacionado con la política, estuvo en el centro de atención del filósofo en sus viajes, estudios, investigaciones y tertulias.

¿Cómo gravitan en la casa de Justo las corrientes políticas, la decadente, pero dominante, y la emergente y fuera del epicentro del poder?

Si no es Chana, es Juana, o si no su hermana, que no es Susana. Más bien la de tierra vaquera. ¿O este es el gentilicio de la provincia 10?

Complejo el ejercicio del poder y la toma de decisiones. Y aún más que sean justas y sabias.

Las disputas son el pan nuestro de cada día (no nos lo des hoy) y pueden convertirse en factores de progreso o retroceso social. El antagonismo, el conflicto, la crisis. Nos debatimos entre dos formas de ver la política y el bien común. La impunidad y la corrupción se enseñorean y sacan la lengua.

El autor es periodista y filólogo.


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