Debido a la ausencia del gobernante, estamos sufriendo el dolor de vivir dentro de un desorden constituido. Sentimos dolor, y un dolor legítimo, pero hay que emplearlo como abono de fecundaciones y hacer de él un cultivo para activar nuestras articulaciones.
En el dolor podemos lograr lo que queremos todos: volver a nacer de raíz. Queremos todos sentirnos parte de un nuevo nacer nacional. Un nacer más legítimamente democrático creado por un nuevo y joven poder ciudadano en las calles, uno sin liderazgo mesiánico alguno, pero con fuerza, persistencia y convicción. Constituye una protesta no violenta pero firme y contundente que quiere un país sin más minería. Y se ha logrado esa victoria por ley.
La mina existente, sin base jurídica luego de la decisión que se espera de la Corte Suprema de Justicia, quedará en manos del Estado (de todos nosotros) con el propósito de que el nuevo gobierno negocie con First Quantum y se proceda con un cierre ordenado con la debida reparación del daño ecológico.
Todo esto completaría la victoria total y está por lograrse a corto plazo.
El nuevo gobierno – sea cual fuere – tendrá que gobernar escuchando al poder ciudadano ya activado por la juventud, con honestidad, con eficacia en su accionar y con respeto a la Constitución, a la ley y a la ciudadanía, la fuente primaria del poder. Un gobierno que afronte y resuelva los problemas fundamentales del país: agua, seguridad social, salud , transformación educativa, justicia a tiempo y planificación a mediano y largo plazo, formal y despolitizada. Todo junto a una nueva Constitución como guía y exigencia de un Estado moderno, justo e incluyente.
¿Visión de Quijote? ¡No! Visión de una juventud que ya “salió de las redes” y se tomó las calles, logrando victorias impensables hace tan solo 60 días. Una juventud que no solo quiere, sino que ya dio los primeros pasos para que su país vuelva a nacer de raíz.
Recuerden que en el dolor nos hacemos; en el placer nos gastamos.
¿Cuáles puntos positivos e importantes veo como resultado de esta crisis tan dolorosa?
1) Se empoderó la juventud, se tomó las calles de forma no violenta, y claramente apartó a los violentos cierracalles y a los maleantes que cobraban peajes.
2) En el proceso nos liberamos políticamente del PRD y su maleantería, el RM y sus ladrones condenados y a la izquierda radical (que de izquierda tiene poco y de maleantería mucho) que ya confesó públicamente que aspiran a la " toma del gobierno” vía “la lucha de clases”.
Así las cosas, ninguno de los candidatos que quedan constituyen peligro para la democracia…. Y hay sobrante de nuevas y frescas candidaturas para diputaciones, alcaldías y representantes de corregimientos. En conclusión, a escasos seis meses de las elecciones , y gracias al joven poder ciudadano, el país tiene opciones para elegir bien.
3) Quien resulte nuevo gobernante en estos escasos seis meses tendrá claro que el ya activado poder ciudadano no le va a permitir la trampa, el robo, la maleantería y mucho menos la burla al soberano. El país es otro, cuidadito. Nosotros los ciudadanos ya no seremos invitados de piedra; ya somos protagonistas, liderados por la juventud seria, vigorosa y poseída de su poder reformista y exigente.
Gracias a esa juventud empoderada estamos todos iluminando la nueva nación. Estamos volviendo a nacer, desde la raíz. Y que seamos todos – como dice Renán - “un coro inmenso” en el que cada panameño – cada uno de nosotros – esté encargado de una nota.
El autor es presidente fundador del diario La Prensa
