En el tejido de la democracia panameña, la Junta Nacional de Escrutinio (JNE) emerge como un pilar fundamental, dotando al proceso electoral de transparencia, legitimidad y confianza en la elección del presidente y vicepresidente de la República. Aunque en ocasiones poco conocida y comprendida por los ciudadanos, la JNE desempeña una labor crucial que merece un examen detallado.
La esencia de la democracia radica en la participación ciudadana. Las juntas de escrutinio personifican este principio al involucrar a la sociedad civil en todas las etapas del proceso electoral. Los ciudadanos desempeñan un papel activo y autónomo, garantizando que la voluntad popular se exprese de manera genuina.
Un aspecto distintivo de la democracia panameña es el método de conteo manual y la entrega de copias del acta a cada representante de los candidatos que haya participado y firmado dicha acta. Este enfoque no solo asegura la transparencia en el escrutinio, sino que también protege los resultados de cualquier intento de manipulación. Con múltiples copias del acta distribuidas entre los representantes de las candidaturas, se crea un sistema de verificación robusto que hace prácticamente imposible alterar los resultados electorales. En Panamá, la proclamación de la candidatura es el resultado de un escrutinio manual que es organizado e implementado por la sociedad civil, representado en la JNE.
En el caso de la elección a presidente y vicepresidente de la República, las actas a ser escrutadas son 40: 39 actas circuitales y el acta RERE/REVA -Registro de electores de Residentes en el Extranjero y el Registro de electores de Voto Adelantado. El escrutinio es público: en 2024 habrá nuevamente la posibilidad de ver 24/7 las urnas con las actas pues se tendrá un servicio de trasmisión continua. La JNE, cuyos miembros son designados por el Tribunal Electoral (TE), se distingue por su autonomía y su capacidad para gestionar el proceso electoral de manera eficiente y estratégica.
Con meses de anticipación, se prepara una apretada agenda de visitas en todo el territorio nacional, promoviendo la conversación y el diálogo franco. En 2024, incluye en su agenda la promoción del ejercicio del derecho al voto; la disuasión a votar en blanco y al voto nulo; la importancia del voto informado y responsable; y la invitación a la juventud a votar.
La JNE elabora una estrategia para sumar los votos emitidos de manera precisa y objetiva.
Este enfoque imparcial fortalece la confianza de la ciudadanía en la integridad del sistema electoral. Al finalizar el proceso, es la corporación electoral que proclamará al próximo presidente y vicepresidente de la República, y a los 20 diputados del Parlacen.
Los integrantes de la JNE asumen su rol con un compromiso inquebrantable con la defensa de la voluntad popular. Más allá de ser un deber cívico, ser parte de la JNE representa un acto de servicio a la nación y una contribución al fortalecimiento de la democracia.
Los distinguidos panameños que me acompañan en esta importantísima carrera en la inminente contienda electoral que se avecina son Juan Carlos Karamañites,secretario; Lilia Liu, vocal; Elisa Suárez de Gómez, primera suplente de presidente; Mirhanna Sandoya, primera suplente de secretario; Daniela Noriega, primera suplente de vocal; Madelaine Escribano, segunda suplente de presidente; Alejandro Carbonell, segundo suplente de secretario y Bencemar Montezuma, segundo suplente de vocal. El 67% de la JNE está integrado por mujeres y el 55% de sus miembros tienen 40 años o menos.
La JNE es un importante espacio para los jóvenes que propicia el diálogo y el aprendizaje intergeneracional. Los perfiles de sus miembros son diversos y representativos de diversos sectores de la vida del país y se destacan en lo personal por contribuir, desde las causas que abrazan, a promover el desarrollo humano, económico y social.
La JNE emerge como un baluarte de la democracia panameña, garantizando la transparencia, la legitimidad y la integridad del proceso electoral. Nuestra labor, cuya génesis es nuestro profundo convencimiento, que desde la participación activa de la sociedad civil se hace democracia y se construye país y nuestro compromiso con la imparcialidad, es un testimonio del poder ciudadano al servicio de la democracia.
La autora es presidenta de la Junta Nacional de Escrutinio.