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Fundamento y soporte del Tratado de Neutralidad

Uno de los mensajes que envió Marco Rubio después de reunirse con José Raúl Mulino, fue que el Canal de Panamá es vital para los intereses de seguridad nacional y económica de Estados Unidos. Y agregó que estarían vigilantes en proteger ese vital activo, de la injerencia del Partido Comunista Chino. A su vez la Embajada de Estados Unidos en Panamá, resumiendo llamada del secretario de Defensa con el ministro de Seguridad panameño, destacó que la máxima prioridad del Tío Sam es salvaguardar sus intereses de seguridad nacional bajo el liderazgo del presidente Donald Trump, lo que incluye garantizar el acceso sin restricciones al Canal de Panamá y mantenerlo libre de interferencias extranjeras.

Estados Unidos parece olvidar que el Tratado de Neutralidad Permanente del Canal, no fija como cimiento sus intereses geopolíticos, comerciales o de seguridad; como si este tratado se desenvolviera alrededor de sus encantos como país poderoso. El fundamento y soporte del Tratado de Neutralidad, lo constituye el mantenimiento del régimen de neutralización; para que el Canal de Panamá permanezca seguro y abierto para el tránsito pacífico de naves de todas las naciones, en términos de entera igualdad. Por lo tanto, todo tipo de amenaza contra Panamá para pretender obtener de las fuerzas de seguridad panameñas, su cooperación con las fuerzas militares de Estados Unidos para beneficio de la posición geopolítica de estos, viola el concepto de neutralización.

Hasta la fecha, el Canal de Panamá se ha mantenido libre de interferencias extranjeras, garantizando el acceso a todas las naves del mundo tanto en tiempos de paz como de guerra, de manera abierta, neutral, segura y accesible. Nunca ha sido cerrado ni su funcionamiento ha sido intervenido, ya que Panamá ha cumplido cabalmente su compromiso de mantener un régimen de neutralidad permanente en beneficio de todas las naciones.

Cada vez es más obvia la narrativa falaz y artera del gobierno de Estados Unidos. Por un lado, el mismo Departamento de Estado publicó que Panamá permitiría el paso gratuito a sus barcos de guerra y auxiliares, lo cual fue desmentido por la Autoridad del Canal de Panamá. Asimismo, frente a una entrevista realizada en Estados Unidos al secretario de Estado sobre su viaje a Panamá, dijo que en su visita al Canal notó detrás de él, sobre su hombro, una nave de Hong Kong; añadiendo que la presencia china no solo en el Canal, sino en Panamá en general, es muy perturbadora (como si tener semblanza china fuese un pecado).

En realidad, en el medio de la presencia de Marco Rubio en las exclusas de Miraflores, pasaron dos barcos. El primero, en posición del carril oeste, era el buque de gas natural licuado “Gas Ares”, de bandera panameña y de propiedad de una empresa surcoreana. El segundo barco que estaba en el carril este, era el “Mike Bay”, abanderado en las Islas Marshall y propiedad de una empresa griega. Por consiguiente, ninguna de las dos naves que pasaron frente a las narices de Rubio, eran de bandera china ni sus dueños eran empresas chinas.

En el derecho internacional público existe el principio de la reciprocidad, por el cual nadie debe dar más de lo que recibe. De hacerse, podría considerarse un gesto de debilidad, como, por ejemplo, cuando el presidente Mulino sin ningún tipo de contraprestación, decide sacar a Panamá de la iniciativa de la “Ruta de la Seda” y considerar la utilización por parte de los estadounidenses, de una pista de aterrizaje en Darién como puente para deportar migrantes. Gestos que en nada minaron las amenazas contra Panamá y asumidos por Trump como de su autoría. Igualmente, Mulino diría que agradece el apoyo internacional, pero que no aceptaría “compañeros de viaje”, echando a un lado posibles alianzas multilaterales. Y con respecto a una estrategia que prefiere no revelar, al final se desvela que ésta es él, porque solo él habla y decide sobre los temas relativos al Canal de Panamá, en el medio de esta disparidad con Estados Unidos. Frente al panorama desolador panameño, ante la actuación de un presidente estadounidense bravucón, grotesco y falaz, y aún con los errores humanos que pudiera estar cometiendo nuestro presidente, los panameños debemos unirnos alrededor de esta causa y brindarle al gobierno nacional desde el clamor ciudadano, todos los argumentos que tengamos desde nuestro testimonio nacionalista, académico y cívico para enfrentar al coloso.

Finalmente, respecto a la suspensión de la llamada telefónica por parte del presidente Trump, la vinculo directamente con las palabras de José Raúl Mulino cuando calificó públicamente como “falacia intolerable” y “falsedad”, la información divulgada por el Departamento de Estado respecto a la supuesta aprobación del paso gratuito. Respuesta que puso a pensar al otro y hasta disminuir sus ataques. Porque cuando la razón se ejerce y transmite, la fuerza bruta tambalea y vacila.

El autor es abogado.


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