La sociedad tiene los ojos puestos en la Caja de Seguro Social (CSS) e indudablemente la designación de un nuevo director crea expectativas de que los problemas se resolverán, aspiración que todos deseamos, pues esta institución, pese a todas las imperfecciones que pueda tener, es noble y cumple propósitos altruistas.
El nuevo director, además de los atributos personales que tenga, puede ejercer un liderazgo en su condición de médico y de su formación en el área gerencial, de manera que en el ejercicio de sus funciones, como decimos a lo panameño, nadie le puede echar cuento, ni mucho menos manipularlo.
Para hacer un buen equipo, el subdirector que designe debe tener una formación complementaria, que le aporte valores agregados a su función como director, en este caso, un colaborador con una formación gerencial sólida y que pueda tener visibilidad en el ejercicio de su cargo. Cuando ese equipo ha estado formado por dos médicos, el subdirector prácticamente queda anulado, porque no tiene espacio para ejercer liderazgo.
Sentimos que los problemas de la Caja de Seguro Social están identificados. Lo que no se ha podido determinar es cómo solucionarlos, que pasa por crear un sistema gerencial orientado a resultados y que necesita hacer una reingeniería como ya han señalado algunos analistas.
Señalábamos en una oportunidad que la Caja de Seguro Social debe diseñar un modelo matricial, con unidades horizontales que le den capacidad de resolución a las distintas unidades ejecutoras, que puedan integrarse a unidades verticales, para que puedan realizar procesos donde se aprovechen las ventajas de economía en escala. Un sistema de compra como unidad vertical, por ejemplo, funciona con eficiencia, si logramos integrarlos a las unidades de compra de las unidades locales, para lo cual está disponible la tecnología, las comunicaciones y la logística, para que funcione sin mayores dificultades.
También hemos señalado que la Caja de Seguro Social no funciona con un enfoque sistémico, porque sus interlocutores no son válidos entre sí y recomendábamos que todos los jefes de programas debían tener formación complementaria de administración de servicios de salud. Cuando la Caja de Seguro Social no presta un servicio, todos los que forman parte de la cadena de procesos justifican su inacción, y se enmascara la mediocridad, porque nadie se atreve a señalar con el dedo en la llaga a quien no está funcionado. En los sistemas gerenciales modernos, los jefes no destituyen; el sistema expulsa a los mediocres cuando estos no cumplen con su función.
El recurso humano es lo más valioso de una organización, pero debemos lograr que los empleados mediocres abandonen su área de confort, donde se sentirán bien hasta que decidan retirarse, porque un sistema gerencial para resolver los problemas del Seguro necesita de una nueva cultura organizacional.
El autor es especialista en Administración de Servicios de Salud