La donación de seis millones de dólares a la Senacyt por parte de la coalición Vamos, proveniente del subsidio electoral recibido por diputados de esta agrupación, ha generado numerosos comentarios en medios y plataformas digitales. Con esta acción, se aprovechó de manera innovadora la normativa sobre el uso de dichos fondos, destinándolos al apoyo de la investigación científica en la lucha contra el cáncer.
Este gesto, sin precedentes en nuestra clase política, sería común en otros países, donde las donaciones de empresas o directivos de grandes corporaciones, directamente o mediante fundaciones filantrópicas como la Fundación Bill & Melinda Gates, son prácticas habituales. Como era de esperar, esta contribución ha tenido un impacto significativo.
En Panamá, el presupuesto histórico para la investigación científica es inferior al 0.15% del PIB. Esta cantidad debe distribuirse entre diversas especialidades que requieren formación de recursos humanos, infraestructura, equipamiento y compra de insumos importados, diluyendo considerablemente los recursos por área.
Contar con esta donación permite concentrarse en estudios sobre el cáncer que abarcan la epidemiología, el análisis genético y la evaluación de tratamientos más efectivos, desarrollando capacidades y equipos que permitan respuestas locales a una patología multifactorial, que comúnmente se enfrenta con datos extrapolados de estudios en otros países. Esto marca una diferencia crucial en el éxito de las políticas públicas. Además, la gestión de estos recursos promete una administración más ágil en las convocatorias para los equipos de investigación.
Este hecho reafirma la importancia de una ley que garantice un 1% del PIB para la inversión en ciencia y tecnología, aunque sea de forma progresiva. Las respuestas que la sociedad espera de los expertos no surgen de la nada ni de la noche a la mañana; se construyen con el trabajo coordinado de todas las áreas del conocimiento y con capacidades locales que respondan a los retos nacionales y contribuyan a los desafíos globales. De esta manera, juntos, hacemos patria.
La autora es farmacóloga y presidenta de Ciencia en Panamá.