Es una de tantas preguntas que me he planteado cada vez que veo a un niño en las
calles de la ciudad de Panamá, trabajando o pidiendo dinero. Percibimos e incluso algunos han vivido la dura realidad por la que pasan muchos niños en nuestro país, debido a carencias principalmente familiares; en donde la ausencia de valores, principios morales, un tutor responsable y la falta de recursos materiales necesarios para suplir necesidades básicas; lanzan a la calle a muchos niños que se exponen a todo tipo de situaciones y peligros de carácter social y moral; creando así la problemática de la “niñez en riesgo.
Es de conocimiento público las diversas estrategias que el Estado promueve para disminuir esta problemática.
Sin embargo, no basta con la existencia de la labor social estatal en los asilos, hospicios, orfanatos, apoyo a organizaciones sin fines de lucro, etc; lo podemos comprobar con el análisis de los subsidios versus los resultados de los mismos.
De qué le sirven a la niñez panameña los anuncios colgados en diversos medios de comunicación, sobre los beneficios que se otorgan, si no hay un proceso de retroalimentación que indique el éxito o logro de los objetivos planteados.
La niñez en riesgo de nuestra ciudad capital se ve mayormente afectada y requiere solución urgente.
Está comprobado que el conocimiento y la buena actitud son armas poderosas y vitales para tratar este problema, por lo que es imperativo que reciban una buena educación a través del juego, aprovechado el sentido innato que poseen para poner en práctica la investigación y experimentación; y cualquier otra estrategia de enseñanza aprendizaje para niños, la cual debe involucrar una planificación en tiempo real, dar seguimiento y sobre todo garantizar un proceso de retroalimentación, que es el que nos indica que el sistema funciona.
Solo a través de la educación podemos garantizar un futuro con personas competentes, que darán fin a los males como la corrupción, delincuencia, pobreza, entre otros.
Otras opciones son el apadrinamiento de niños de escasos recursos, para que les ofrezcan apoyo para su desarrollo, principalmente con las tareas en las que ellos no tengan respaldo y principalmente creando conciencia en los jóvenes sobre la urgente necesidad de brindar apoyo a estos niños en riesgo, a través de la labor social.
El autor es estudiante de maestría de la UIP