Las modernas políticas de salud se centran en la atención del hombre sano, lo que implica un cambio cultural en nuestras sociedades, en las que tenemos una estructura de servicios de salud a los que acudimos solo cuando algún síntoma nos indica que requerimos atención médica.
Es decir, la medicina preventiva debe estar primero que la curativa. En cambio, ahora la atención empieza a partir del momento en que nos diagnostican alguna enfermedad; nos piden controlar el peso cuando ya somos obesos, nos recomiendan medidas preventivas cuando ya somos hipertensos. Sin embargo, no tenemos planes a seguir para mantener la salud a lo largo de los años.
La Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud señalan que los problemas empiezan desde la gerencia y la necesidad de optimizar los recursos asignados, además de otros componentes que se deben integrar de forma sistémica para lograr un enfoque integral.
Si bien las enfermedades son inevitables y se deben atender cuando ocurran, el enfoque o el propósito primordial es favorecer las políticas que apuestan a prevenir las dolencias, mejorando así los índices de morbilidad y mortalidad.
Sin duda, la atención del hombre sano ayuda a disminuir los gastos de atención médica y mejora la productividad, además de muchas otras ventajas. En Estados Unidos, por ejemplo, hay empresas que se han integrado al sector público, creando grupos especiales para identificar a los trabajadores con tendencia al consumo de drogas, para que los afectados reciban atención temprana y asistencia profesional y se evite el trastrocamiento de valores del drogadicto. Han entendido que no se trata de una confrontación y que la solución no es despedir al empleado adicto, pues lo único que logran con eso es trasladar el problema a la sociedad.
En Panamá, tenemos experiencias de personas que buscan mantenerse sanas, mediante la práctica de ejercicios y dietas inadecuadas y sin supervisión médica y, lamentablemente, algunas han encontrado la muerte, porque desconocen un protocolo que les indique la mejor forma de preservar su salud. Basta ver los parques, veredas, playas y otros centros de esparcimiento en donde hay mucha gente que se ejercita. Es bueno que lo hagan, pero como parte de un programa de salud que los ayude a mantener sus metas físicas.