El llamado a huelga de la AMOACSS pone en riesgo la salud de miles de asegurados, usándolos como rehenes en un debate sobre el futuro de la Caja de Seguro Social, en el que hasta ahora poco han aportado. Aunque han sido activos en la defensa de los intereses de sus agremiados, han carecido de propuestas concretas para salvar el sistema de pensiones y garantizar la sostenibilidad de la CSS.
El director de la CSS, Dino Mon, advirtió que no tolerará medidas que afecten a los pacientes. Y aunque sus declaraciones pueden sonar duras, lo cierto es que muchos de los médicos que ahora protestan han sido testigos pasivos de decisiones que han debilitado la institución.
El sistema de pensiones necesita ajustes urgente y los gremios médicos deben asumir su rol con responsabilidad. No se puede negociar a costa de los pacientes, quienes ya han sufrido suficiente por la mala administración de la CSS. ¿Dónde queda el juramento hipocrático cuando se llama a una huelga que pone en peligro vidas? La discusión debe ser seria y responsable, sin recurrir a estrategias que solo profundizan la crisis.