La Lotería Nacional vuelve a estar en el centro de una denuncia por irregularidades, esta vez en Chiriquí, donde se han detectado al menos 95 presuntas inconsistencias en la asignación de libretas. Aunque este caso pueda parecer aislado, es parte de un largo historial de irregularidades que han manchado a una institución cuya misión debería ser ayudar a los más necesitados.
La denuncia destaca cómo firmas de ciudadanos humildes fueron presuntamente alteradas para beneficiar a políticos, un acto que despoja de dignidad y justicia a los verdaderos destinatarios de estos recursos. Pero esto es solo la punta del iceberg. La Lotería lleva años cargando el peso de escándalos que van desde la arbitraria repartición de libretas a favor de poderosos, hasta nombramientos de “botellas”, premios cobrados de manera fraudulenta y gastos injustificables que han socavado su credibilidad.
Señor presidente, su anunciada decisión de eliminar la lotería digital quedó en el olvido, mientras los casos de corrupción siguen acumulándose sin consecuencias reales. Este país necesita acciones contundentes y una ruta clara para rescatar a esta noble institución. Basta ya de promesas vacías; es momento de devolverle a la Lotería la transparencia y confianza que alguna vez tuvo.