Luego de un año del cierre de operaciones de la mina de Donoso, la inacción de las autoridades pone en riesgo la seguridad de los panameños y el medio ambiente. Informes alarmantes revelan fallas críticas en la tina de relave: inclinómetros inoperativos, líquidos acumulados peligrosamente cerca del muro norte y riesgos de erosión interna. Estas amenazas no pueden esperar más tiempo para ser atendidas.
A esto se suma el peligro inminente de las 132 mil toneladas de concentrado de cobre almacenadas en la mina. Mientras permanezcan allí, sin ser exportadas, representan una bomba de tiempo ambiental. Las excusas y las dilaciones ya no son aceptables.
Los desastres en instalaciones de relaves han causado tragedias irreparables en otros países. Panamá no debe unirse a esa lista negra. Exigimos al Ministerio de Ambiente y al gobierno acciones inmediatas y definitivas. El futuro del país y de su gente no puede seguir dependiendo de la falta de decisión.
