El nuevo hospital Aquilino Tejeira es un recordatorio de cómo la falta de planificación y fiscalización sigue encareciendo la infraestructura de salud en Panamá. Adjudicada en 2017 por $166.5 millones, la obra ha pasado por cuatro adendas y su costo asciende a $214 millones, sin que aún esté terminada. Su entrega, prevista ahora para 2026, evidencia un patrón recurrente en proyectos hospitalarios: retrasos, modificaciones contractuales y sobrecostos que terminan perjudicando a la ciudadanía. Mientras los coclesanos esperan mejores instalaciones, el gobierno destina fondos al viejo hospital para mitigar la crisis. No es un caso aislado: hospitales en Darién, Chiriquí y Colón enfrentan el mismo destino. El problema no es solo financiero, sino de supervisión y compromiso. ¿Cuántas veces más veremos repeticiones de este guion antes de exigir verdaderas soluciones? Sin planificación eficiente, Panamá seguirá inaugurando estructuras vacías o destinando millones a obras que jamás cumplen su propósito: atender dignamente a los pacientes.
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Hoy por hoy: Otra historia de sobrecostos en salud
18 feb 2025 - 05:01 AM
