Hoy por hoy: Un estándar a replicar



El 31 de diciembre marca el cierre de un ciclo destacado en la Procuraduría de la Administración con la salida de Rigoberto González Montenegro. Durante su gestión, estableció un estándar elevado en transparencia, promoción de la justicia y fortalecimiento institucional, dejando huellas significativas en la correcta administración de la cosa pública. No se limitó a absolver consultas legales, sino que asumió un rol activo en fomentar la ética y la competencia en la gestión pública. Dejó claro que el rol de la Procuraduría no es ser un enemigo de los funcionarios, sino garantizar que estos actúen dentro de los principios de la democracia y bajo el escrutinio ciudadano. Ningún procurador puede archivar una queja basándose en quién es el funcionario implicado. Esta firmeza lo llevó a enfrentar críticas y ataques desde gobiernos locales, la Contraloría y el Legislativo, sin ceder en su compromiso con los valores éticos que defendió con convicción y carácter. Con la llegada de Grettel Villalaz de Allen, las expectativas son altas. Se espera que su liderazgo no solo mantenga este legado, sino que lo fortalezca, consolidando una Procuraduría que siga siendo un pilar para la transparencia y el fortalecimiento de las instituciones públicas.

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