Al terminar mis estudios en el Instituto Nacional, fui escogido por la IBM, ( la empresa tecnológica de la época), y empecé a trabajar en 1958. Esta empresa marcó mi vida. Aprendí que nada se podía hacer sin tener los procesos debidamente diseñados y había estricto control de los presupuestos y con ellos la medición de la productividad individual y colectiva de la empresa.
Hoy, en Panamá tenemos una administración del Estado Panameño que está sin rumbo y con un aparato burocrático que consume todos los ingresos tributarios y que como consecuencia de ese desastre administrativo estamos a punto de perder nuestra calificación económica.
En esa época nos entregaron en la IBM el libro del historiador y ensayista británico C. Northcote Parkinson en el cual formuló su famoso Principio de Parkinson sobre la burocracia en 1955, basado en su observación del crecimiento ineficiente de las administraciones públicas, especialmente en el Reino Unido. Su pensamiento sobre la burocracia inglesa puede resumirse en los siguientes puntos clave:
1. La burocracia crece independientemente del trabajo real: Parkinson argumentó que “el trabajo se expande hasta llenar el tiempo disponible para su realización”. Es decir, en una burocracia, el número de funcionarios y tareas tiende a aumentar sin relación con la cantidad de trabajo real necesario.
2. Las organizaciones tienden a inflarse: Observó que en el Almirantazgo británico, a pesar de la disminución del número de barcos y marineros, la cantidad de funcionarios seguía creciendo. Parkinson concluyó que los burócratas crean trabajo para otros burócratas, generando estructuras innecesarias.
3. Dos razones por las cuales la burocracia crece:
• Los funcionarios buscan aumentar el número de subordinados, no de rivales, para justificar su importancia.
• La burocracia genera más trabajo para sí misma al complicar procesos y regulaciones.
4. Consecuencias negativas: Este crecimiento ineficiente lleva a sistemas costosos, lentos y difíciles de reformar. Según Parkinson, la burocracia inglesa no escapaba a estas tendencias y tendía a expandirse sin mejorar su efectividad.
Su pensamiento sigue siendo relevante hoy y se aplica no solo a la burocracia pública, sino también a organizaciones privadas y grandes empresas.
El autor es empresario.

