Si no gozas de una jugosa jubilación como algunos colaboradores de la ACP, catedráticos universitarios o Comisionados y sub Comisionados de la Policía Nacional por ejemplo, la calidad de vida de la mayoría de los jubilados con el salario mínimo se verá mermada.
Con un 60% que reciben los jubilados con un salario mínimo se deja de tener la capacidad adquisitiva necesaria para conseguir buenos medicamentos, alimentación adecuada, pagos de préstamos o alquileres, razón por la cual muchos jubilados siguen trabajando hasta que Dios lo permita situación que limita o elimina su tiempo para descansar como se merecen nuestros pensionados y jubilados.
La buena alimentación, servicios de salud adecuada y la reducción de los niveles de estrés son algunos de los indicadores que influyen notablemente en la calidad de vida de los colaboradores tanto en empresas públicas como particulares. Habría que tomar en cuenta estos factores a la hora de hacer un balance sobre las expectativas de vida de la población panameña.
Sustentar que el aumento de la expectativa de vida en la población panameña es suficiente para aumentar tres años más el tiempo para la jubilación de los panameños(as) es demasiado temeraria como lo ha hecho el Ministro de Salud Fernando Boyd Galindo. Es verdad que aquí en Panamá hay gente que dura hasta los 90 años o más de vida pero no son la mayoría de la población sino una ínfima parte de la misma.
Lo que no se dice es que aquí muchas personas mueren mucho antes de alcanzar su edad de jubilación por enfermedades como el cáncer o los accidentes de tránsito y¿ qué se hace con el dinero que dichas persona aportaron al Seguro Social?. También y de acuerdo a los datos suministrados por el Ministerio Público, los asesinatos han ido en aumento lo que se añade a las cifras de las defunciones por año cuyos dineros aportados al seguro social no tienen una explicación que nos convenza.
Ya muchos economistas que han estudiado el tema de las jubilaciones nos comentan hasta la saciedad que Panamá es uno de los países donde el Estado no invierte lo suficiente para sus pensionados y jubilados. Solo para mencionar un caso con el que debemos compararnos. Hasta hace poco el Gobierno de El Salvador un país más pequeño y con menos recursos que Panamá hizo un aumento considerable de la pensión a sus jubilados.
Aquí se les regatea el aumento de pensiones a los jubilados pero los gobernantes prefieren mirar para otro lado cuando se toca el tema de las jubilaciones “super especiales” de ciertos funcionarios como si en Panamá existieran diversas categorías de panameños: “los que deben vivir muy bien y los que deben padecer y sufrir”, lo cual abona mucho más a la falta de solidaridad hacia los grupos vulnerables en Panamá, una práctica de vieja data cada vez que se presenta un ante proyecto de ley como el que se pretende discutir sobre el futuro de las jubilaciones en Panamá.
Me llama poderosamente la atención que el Ejecutivo abre un espacio de consultas y propuestas para resolver el problema de la supuesta falta de fondos en el seguro social, sin embargo, al final de todo lo que se ha dicho hasta el momento, el Presidente siga diciendo que ninguno llena las expectativas. Se trata de la vieja táctica de muchos gobiernos ante situaciones similares de “te escucho pero no te hago caso” para luego decir que si hubo democracia en la toma de alguna decisión.
Ya pasó con el tema de la mina donde una actuación acelerada y de espaldas al pueblo nos condujo a unas protestas en todo el país que casi nos llevan al caos total. Ojalá no pase lo mismo con el tema del seguro social ya que la línea donde camina el poder Ejecutivo y Legislativo es muy delgada y peligrosa amén de la falta de credibilidad que hoy día existe en nuestra sociedad hacia sus gobernantes.
El autor es sociólogo y docente.