El mercado de valores es un indicador fundamental de la situación económica de un país. No solo muestra el estado de las empresas que participan en él, sino que también se ve fuertemente influenciado por las políticas fiscales del Gobierno de turno. En este sentido, resulta crucial considerar cómo un sistema tributario adecuado puede atraer flujos de inversión pasiva, convirtiendo al mercado bursátil en un lugar más atractivo tanto para inversores locales como extranjeros.
Es esencial contar con un sistema tributario que establezca cargas justas y predecibles para generar confianza entre los inversores. Cuando los impuestos se perciben como equitativos, los inversores tienden a participar más activamente en los mercados financieros. Por otro lado, una carga fiscal excesiva puede desincentivar la inversión al impactar negativamente en los rendimientos netos esperados. Por lo tanto, un marco fiscal que fomente el ahorro y la inversión a largo plazo, mediante incentivos fiscales para ganancias de capital o una menor tributación sobre dividendos, puede hacer que el mercado bursátil sea más atractivo.
La complejidad del sistema tributario representa uno de los mayores desafíos para los inversionistas. Cuando las normativas fiscales son complicadas y poco claras, se debilita la confianza y los inversionistas podrían optar por alternativas menos riesgosas o más transparentes.
Un marco impositivo que sea claro y fácil de entender no solo facilita el cumplimiento de las obligaciones fiscales, sino que también mejora la percepción general del mercado. Aquellos que están considerando invertir desean comprender las implicaciones fiscales en sus rendimientos antes de comprometer su capital. La transparencia en las normativas impositivas crea un entorno donde los riesgos parecen más manejables.
La burocracia en el ámbito tributario puede representar un gran obstáculo para los inversionistas. Trámites complicados, procesos extensos y dificultades administrativas no solo retrasan las decisiones, sino que también pueden generar frustración y desinterés entre posibles inversores. La reducción de la burocracia y la implementación de plataformas digitales que simplifiquen la presentación y el pago de impuestos son acciones que podrían incrementar notablemente el flujo de inversión pasiva. Agilizar los procesos crea un ambiente positivo y dinámico que invita a los inversionistas a participar activamente en el mercado.
La inversión pasiva, conocida por estrategias como la adquisición de fondos indexados, ha ganado popularidad a nivel mundial. La facilidad y transparencia en cuanto a costos son factores determinantes para los inversionistas al elegir este tipo de instrumentos financieros.
Al proporcionar un entorno tributario favorable y simplificar la administración, un país puede convertirse en un lugar atractivo para los fondos de inversión que buscan maximizar sus rendimientos. Esto, a su vez, podría aumentar la actividad en el mercado de valores local.
Existe una conexión intrínseca entre el mercado de valores y la tributación. Un sistema impositivo que se adapte a las necesidades del inversor, sea fácil de comprender, transparente y económico no solo fomentará la confianza en el mercado, sino que también atraerá flujos de inversión pasiva. En un entorno competitivo donde captar capital es crucial, los países deben enfocarse en simplificar sus políticas fiscales, reducir la burocracia y garantizar condiciones equitativas que impulsen un sistema financiero saludable. De esta manera, el mercado bursátil puede convertirse en un motor del crecimiento económico beneficioso para todos.
Como he venido indicando en mis anteriores artículos, uno de los pilares fundamentales del nuevo Gobierno panameño es atraer inversión extranjera. A menudo asociamos las inversiones con grandes industrias o empresas que realizan importantes inversiones en activos físicos, sin considerar las inversiones realizadas a través del mercado de valores, que impactan positivamente en la economía, siempre y cuando los fondos recaudados se inviertan dentro del país.
Un adecuado diseño de estímulos para atraer inversiones a través del mercado de valores, alineado con proyectos sostenibles, es una estrategia implementada por países similares a Panamá. Evaluar esta iniciativa de manera apropiada podría representar un paso significativo hacia la recuperación económica, algo vital para el futuro de los ciudadanos panameños y todos aquellos que residen en esta nación.
El autor es consultor Country Managing Partner – EY
