La diplomacia científica al servicio del país



Este 20 de agosto se conmemora el día nacional del diplomático en honor a Ricardo J. Alfaro, considerado el padre de la diplomacia panameña. Han transcurrido varias décadas en la evolución de la carrera diplomática, en la cual para 2018 ya se trabajaba los lineamientos de una estrategia de diplomacia científica.

La expresión diplomacia científica es relativamente joven. Esa herramienta ha sido aplicada desde hace mucho por países con sistemas científicos robustos. Es probable que situaciones bélicas globales resaltaran la importancia de la comunicación y el trabajo que demanda la interfaz ciencia y política. Así podemos apreciarlo en casos como el Proyecto Manhattan, magistralmente reflejado en la película Oppenheimer.

Esa labor permitió - a pesar de la guerra fría y otros conflictos geopolíticos -, crear entidades como el CERN, el Fermilab o la Estación Espacial Internacional. La diplomacia científica, en efecto, vincula los intereses nacionales, regionales o globales con la comunidad científica, mejorando su impacto en el desarrollo de la humanidad y la convivencia pacífica como consecuencia y posibilidad.

No cabe confundir la cooperación internacional con la diplomacia científica, cuyos niveles de colaboración son más abarcadores. Por ello contamos con pilares como la diplomacia para la ciencia, la ciencia en la diplomacia y la ciencia para la diplomacia, que recoge el documento preparado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá (https://mire.gob.pa), lo cual permite que el ecosistema de ciencia pueda asesorar y orientar en la toma de decisiones en las diferentes disciplinas.

En septiembre tendrán lugar en Nueva York la Cumbre de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Cumbre de Ambiciones Climáticas y el Debate General; entre otros eventos claves que abren espacios para la participación de sociedad civil, incluyendo científicos, independientemente de las delegaciones oficiales de gobierno. Así, organizaciones como la Organización Panameña Antituberculosa (OPAT) estarán presentes en esta cita global.

La Fundación Ciencia en Panamá, que cuenta entre sus objetivos asesorar a tomadores de decisiones en la implementación de políticas públicas basadas en evidencia, llama la atención de la necesidad de consolidar el rol del científico en la diplomacia científica del país en escenarios como la cumbre de alto nivel de las Naciones Unidas.

Felicidades a los diplomáticos de carrera en la tarea de hacer de la ciencia una herramienta de desarrollo y avance de nuestro país.

La autora es farmacóloga y presidenta de Ciencia en Panamá.


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