El 22 de septiembre del 2022, la Dirección de Farmacias y Drogas del Ministerio de Salud, estableció la obligatoriedad de receta restringida para los medicamentos que contengan ergotamina, en cumplimiento del Decreto Ejecutivo 115 de agosto de 2022. La razón aducida tanto para el Decreto, como para la receta restringida sería que la ergotamina está tipificada y considerada como una molécula utilizada para elaborar estupefacientes según la suscripción internacional contra el tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias sicotrópicas de 1988.
La ergotamina es un compuesto heterocíclico que forma parte de la familia de los alcaloides presentes en el cornezuelo del centeno, descubierta en 1918 y cuyo efecto biológico principal es la vasoconstricción a nivel del sistema nervioso central. Su indicación principal es la prevención y el tratamiento de la migraña o jaqueca, la segunda causa más frecuente de cefalea en todas las edades a partir de la adolescencia, especialmente en las mujeres, con una prevalencia total en América Latina que varía entre 12.4 a 29.5%. Según la OMS la migraña es la principal causa de ausentismo laboral en el mundo, con los costos inherentes para las empresas y la economía de cada país.
Existen diferentes tipos de migrañas, desde las agudas, con o sin áurea, hasta las crónicas y diarias, que constituyen un desafío para los tratamientos médicos generales y especializados. En los tiempos actuales de medicina basada en la evidencia, la ergotamina tiene categoría “A”, para el tratamiento de la migraña, lo que quiere decir que es el mejor fármaco o de elección, y usualmente se toma antes de la crisis migrañosa, en su fase prodrómica, cuando debe estar disponible para abortar la crisis y evitar la incapacidad.
Hasta este año 2023, la ergotamina, fue de venta libre en Panamá, bajo orientación médica. ¡En sencilla indagatoria parece ser que el único país de la América Latina en el que el producto requiere receta especial es Panamá! Inclusive en los países de la Unión Europea, su venta sigue siendo libre. Ciertamente existen otros medicamentos para las migrañas, los triptanes que le siguen en categoría, cuestan de tres a cuatro veces más que la ergotamina, los antiinflamatorios no esteroideos, tienen mayores efectos colaterales cuando su uso es frecuente y también son más costosos. Los anticuerpos monoclonales son costosísimos. Ante estos argumentos, no encontramos razones válidas para que el Ministerio de Salud mantenga el citado Decreto y pensamos que los pacientes y la sociedad civil deben organizarse para denunciar públicamente que esta decisión, tomada bajo una generalización bastante poco factible, sin la participación de la Universidad de Panamá o las Asociaciones médicas profesionales, lo que ha resultado en un prejuicio económico y social, para la población panameña, que padece de migraña y que actualmente debe pagar una consulta médica para poder aliviarse por 30 días de un padecimiento de toda la vida, o tener que optar por un tratamiento de venta libre bastante más caro.
El autor es médico