Recuerdo claramente en la década de los años 90 cuando un grupo de diputados jóvenes, recién electos legisladores, entre ellos Marco Ameglio, Milton Henríquez y otros, constituyó la facción legislativa de las Tortugas Ninja, para oponerse al cacicazgo de los que denominaron Tortugones, encabezados por el veterano político, ya desaparecido, Arnulfo Escalona. En mi opinión, fue uno de los primeros movimientos de la juventud política de este país en la Asamblea Nacional para liderar la misma.
En nuestra realidad actual, escuchar a un conspicuo Diputado Residual lamentar y quejarse amargamente del electorado por haberse inclinado, en su intención de votos, hacia un grupo de jóvenes políticos que tuvieron la valentía de enfrentar el status quo que mantenía secuestrado el país, más que sonar a crítica, evidencia el lastimero llanto de una persona que ha sufrido, en conjunto con su partido y el resto de los colectivos, la peor derrota en la historia nacional.
Los electores no solo pasaron factura a los partidos políticos, sino que evidenciaron madurez e inteligencia para decantarse por una propuesta electoral joven, preparada y que ha dado muestras de honorabilidad y respeto; sin clientelismo, sin grandes recursos, pero eso sí con grandes ideas y propuestas.
Esta fuerza joven que nos sorprendió en las protestas de octubre y noviembre de 2023, contribuyó a hacer un cambio en la forma tradicional de hacer política, de llegar al elector con propuestas, ideas y proyectos; superando el caudillismo de cantina y del jamón que ha pululado a lo largo de nuestra historia nacional.
El golpe asestado por estos muchachos ha sido tal que todavía los anacrónicos jefes de partidos están aturdidos, buscando la explicación lógica a esta respuesta dada por sus electores, no solo a nivel de la Asamblea Nacional, sino también en todas las esferas de los gobiernos distritales y de corregimiento. Pienso que la soberbia que envuelve a estos “líderes” les impide reconocer que han fracasado y que están en la antesala de grandes cambios en la forma de hacer política; ya la gente no cree en partidos, cree en personas y propuestas.
Las actuaciones de la bancada independiente del período 2019-2024 inspiraron a muchos de estos nuevos políticos a tomar las riendas del país; y este será el detonante para que los partidos se adecenten y transformen o desaparezcan. Es incluso posible que estemos a las puertas de la extinción de los mismos.
No se trata de una ilusión, se trata de que el elector ha despertado y ha dado un ultimátum a las estructuras llamadas partidos, un mensaje contundente de renovación y cambios en su oferta y forma de hacer política; este cambio es imparable.
Como bien decía Néstor Kirchner, “Cuando la juventud se pone en marcha, el cambio es inevitable”, ya no hay vuelta atrás; esta ilusión es la de todos los panameños que apostamos por esta joven propuesta. Señor Diputado Residual, ustedes mismos, con sus malsanas y oscuras actuaciones, nos llevaron a ilusionarnos. Le reitero, este cambio es inevitable, no más.
Lo acaecido debe llevar a usted, y su camarilla, a la reflexión y arrepentimiento. Deje de andar con plañideros argumentos para justificar la mayúscula arrastrada política que les han dado, no solo a su partido, sino también a todos los partidos políticos. Es de hombres honorables reconocer sus errores, espero que, si usted lo es, sepa reconocer los suyos y expiarlos.
Concluyo reconociendo el liderazgo de estos muchachos.
El autor es abogado.

